Crisis por COVID-19 desde una perspectiva feminista

Lorena Valle Cuéllar | 07/05/2020

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Las crisis derivadas de la pandemia de COVID-19 están teniendo impactos sin precedentes en El Salvador. Sus efectos manifiestan de manera particular en la vida de las mujeres ¿Por qué? ¿De qué maneras? Y, ¿por qué es esencial hablar de las mujeres para enfrentar el futuro después de la crisis? De esto conversamos con las economistas Lorena Valle y Saira Barrera.

Pueden leer la transcripción completa  aquí y ver el conversatorio en nuestro canal de youtube

Por qué es importante hablar de las mujeres en esta crisis? y cuáles son los impactos más significativos socio-económicos de la crisis en la vida de las mujeres? 

Este fue el punto de partida de nuestro tercer Coloquio de Brujas, que se llevó a acabo virtualmente el sábado 2 de mayo.  

Las invitadas fueron las economistas salvadoreñas Saira Barrera y Lorena Valle Cuéllar. La moderadora, Laura Aguirre, directora de Alharaca. Tuvo una hora de duración. El conversatorio estuvo estructurado en tres bloques: el primero para una breve exposición de las invitadas, el segundo para dialogar entre las asistentes y el tercero fue el cierre.   .

Las asistentes conversamos sobre los impactos socio-económicos de las crisis derivadas por COVID19 desde una perspectiva feministas. La primeras preguntas generadoras fueron las siguientes:  

¿Por qué es importante hablar de las mujeres en esta crisis? y cuáles son los impactos más significativos socio-económicos de la crisis en la vida de las mujeres? 

Lorena Cuéllar señaló la importancia de las mujeres, en primer lugar, por el peso que tienen en la realización de tareas esenciales en el contexto actual, en especial tareas de cuidado, remunerado y no remunerado, que en su mayoría es llevado a cabo por mujeres. En segundo lugar, señaló impactos particulares que están enfrentando: la inseguridad laboral, por estar empleadas o percibir ingresos de los sectores formales e informales con mayores precariedades; y la sobrecarga del trabajo de cuidados que ya, en tiempos sin confinamiento, se registraba para las mujeres y que en el contexto de emergencia se ha agravado.  

Saira Barrera, por su parte, comenzó señalando que las mujeres representamos la mayoría de la población. Pese a esto, en las estadísticas y datos las mujeres son poco visibiles. En las encuentas por ejemplo, lo que se refleja es a la mujeres que participan en actividades laborales remuneradas, un sector compuesto por menos de la mitad de la población femenina en edad de trabajar. Por eso, es importante que la población femenina sea incluída en los datos desde las situaciones, visiones sobre economía, política y sobre las problemáticas particulares que tienen las mujeres.  

Saira también destacó la situación preocupante por el alza de asesinatos de mujeres y feminicidios que ha ocurrido durante el período de confinamiento. Y recordó como parte de las razones de estos crímenes tienen una base en dinámicas masculinas y misóginas que persisten en nuestra sociedad.  

Sobre los efectos económicos destacó la inseguridad laboral que enfrentan las mujeres empleadas en el sector de maquila textil, que es “la principal fuente de generación de empleo con cotización en El Salvador y la principal fuente de empleo con cotización para mujeres”. Con el cierre de actividades más la crisis en nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, el desempleo es un amenaza constante hogares.  

Sobre la importancia de la situación económica remunerada de las mujeres en los hogares, explicó la subestimación de los hogares que dependen de ingresos femeninos que prevalece en la encuestas a través de la variable de jefatura de hogar. Esta variable, en realidad no responde a un criterio de proveeduría económica. Esto queda evidenciado cuando  más del 60% de los hombres que están inactivos laboralmente, aún se declaran como jefes de hogar. Esto fue un ejemplo para visibilizar la importancia de tener estadísticas y datos certeros que puedan dirigir y focalizar correctamente cualqueir política y medida que se tome desde el gobierno.  

Se pasó al segundo bloque del conversatorio, en el que las asistentes pudieron plantear dudas, hacer comentarios y contar sus experiencias.  

La conversación comenzó con una pregunta sobre programas o líneas de ayuda para mujeres que están enfrentando violencia durante la coyuntura actual. Siguió otra interrogante sobre las diferencias de los impactos en las mujeres del área área rural en comparación con las que habitan áreas urbanas. Saira Barrera reiteró la limitación en las estadísticas y los datos sobre la situación de las mujeres, la cual se profundiza en el caso de las mujeres en la zona rural. En general hay menos datos sobre hombres y mujeres en la ruralidad, y dentro de esto, mucho menor información sobre las muejres. Saira Barrera destacó la importancia de evidenciar la inseguridad alimentaria que la población, y en especial las mujeres, están enfrentando en esa zona.  

En la tercera intervención de las participantes se planteó la interrogantes sobre el escenario a futuro que se vislumbra para El Salvador. Ambas especialistas coincidieron en que la situación económica-financiera del país se vislumbra muy complicada. Algunas de las razones para esta aseveración fueron: la vulnerabilidad fiscal histórica de corte altamente regresivo, la creciente deuda y las concidiones en las que se adquiere, la dependencia de la remesas provenientes de Estados Unidos, y la poca inversión en la áreas sociales. Pero también destacaron algunas posibilidades que desde la población organizada se pueden hacer.  

Una de las participantes abonó a la conversación explicando algunas de las experiencias que ha tenido trabajando con mujeres del área rural. Uno de los aspectos que señaló es que aún prevalece la práctica de las mujeres de identificarse a ellas misma solo como madres y amas de casa, aunque también realicen labores productivas dentro de la agricultura o ganadería. Pero también recordó que hay muchos ejemplos de mujeres que al organizarse e ir tomando roles de liderazgo, nombran su trabajo tanto reproductivo como productivo. 

Otra participante planteó si hay posibilidades de ampliar el gasto público y el gasto social particular a la sombra de las nuevas deudas que se están adquiriendo para poder enfrentar la crisis. 

Lorena Valle Cuéllar señaló  las complicaciones que el estado enfrentará para hacer amplaciones en los gastos público y social. En primer lugar por la poca transparecia sobre la orientación, manejo y rendición de cuentas de los nuevos prestámos. En segundo, lugar por la negativa a hacer una acuerdo fiscal para construir un sistema tributario progresista.  


Saira Barrera apuntó, además, que posibilidades sí existen. Una de ella es la recomendación 212 de la Organización Internacional del trabajo para hacer pisos de protección social. Esta recomendación insta a los estados a asegurar en el tiempo una inversión en estos sectores. Sin embargo, es necesario que los gobiernos pongan como prioridad en sus proyectos a la protección social .  

Para cerrar se preguntó a las especialistas sobre los escenarios futuros para El Salvador y las posibilidad de cambios favorables a las mujeres.  

Para Lorena Valle Cuéllas una de las cuestiones que ha quedado en evidencia es la insostenibilidad de la organización económica y social actual, ya que es incapaz de asegurar las necesidad básica mínimas para la sostenibilidad de la vida de grandes sectores de población. Pero también es una oportunidad para destacar la importancia fundamental que tienen los trabajo de cuidado como motor invisible de la economía. La crisis ofrece la posibilidad de repensar el orden de prioridades.  

Saira Barrera instó a visbilizar el trabajo de organizaciones e iniciativas alternas a las formas económicas capitalistas y patriarcales que conocemos. Algunos ejemplos de estas alternativas son las cooperativas de viviendas, los proyectos encaminados a la soberanía de alimentos, de gestión del agua y la atención a víctimas de violencia. Pero también a poner atención a países, que aún dentro de modelos económicos de marcos capitalistas han logrado hacer avances significativos para el bienestar de su población y de las mujeres. Enfatizó, para terminar, la importancia de pensar en sistemas no contributivos de protección social.

Etiquetas:COVID-19

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