El nuevo plan de expulsiones
en el Centro Histórico

Por Cecibel Romero
El mapa de uso de suelo de Aplan define los cambios en 80 manzanas del Centro Histórico. La zona dejará de ser un espacio donde miles vivían y buscaban sobrevivir a la pobreza para volverse un área exclusiva, donde las y los vendedores han sido expulsados y hasta las empresas tradicionales luchan por mantenerse en el centro soñado por Bukele y Cía.

“Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todo el mundo, solo porque, y solo cuando, se crean para todo el mundo”.

Rosaura fue víctima de la primera gran sacudida en 2023. La alcaldía desalojó a vendedoras y vendedores del Centro Histórico de San Salvador, y ella quedó fuera. Nunca tuvo un puesto fijo con techo de lámina ni mercadería que guardar al final del día. Su venta era más simple: un canasto repleto de pan francés que se agotaba en cuestión de horas cada mañana.

Por la tarde, volvía a colocarse en la esquina de la 6.ª calle oriente y la 2.ª avenida sur, atrás de la Biblioteca Nacional (Binaes). Con lo que ganaba, regresaba a su casa en San Jacinto con lo justo para la comida y la educación de sus dos hijos. «Con esto he criado a mis hijos», repite Rosaura, como tantas vendedoras y vendedores. Uno de ellos ahora es maestro de música. La hija menor aún no termina el bachillerato.

Cuando ya no pudo instalarse en su esquina habitual, intentó encontrar un espacio donde seguir vendiendo. Fue difícil, pero finalmente alquiló un pequeño local una cuadra más abajo, sobre la 8.ª calle oriente. Paga $100 mensuales y amplió su venta: ahora ofrece pan dulce, café, agua y gaseosas, además del pan francés. Pero la incertidumbre sigue. El dueño le advirtió que en unos meses deberá desalojar porque en ese terreno construirán un centro comercial con parqueo. Esa cuadra también tiene un destino marcado. Se avecina una segunda sacudida, y esta vez también destruirá a negocios formales.

El movimiento telúrico alcanzará cada rincón del Centro Histórico. Las personas propietarias de inmuebles y negocios deben acatar los nuevos reglamentos emitidos por la Autoridad de Planificación del Centro Histórico de San Salvador (Aplan), una institución autónoma creada en marzo de 2023. La ciudad va a reconfigurarse, cuadra por cuadra, con normas estrictas.

Incluso la Iglesia Católica ha recibido órdenes. El 8 de julio de 2024, Aplan le notificó que debía encender las luces de la fachada de la catedral metropolitana de lunes a jueves, de 6:00 p.m. a 10:00 p.m., y de viernes a domingo hasta la medianoche.

El argumento, de acuerdo con la carta enviada por el presidente ejecutivo de la Aplan, José Roberto Honles, al apoderado legal del Arzobispado de San Salvador, Roberto Carlos Lara, es: “Contribuir con la revitalización y promoción de la imagen del Centro Histórico”. Una semana después, el apoderado de la Iglesia respondió al funcionario que acatarían.

No preguntó si habría subsidios para el aumento previsible en la factura de electricidad. También, aceptaron llenar los formularios para el requisito de calificación del terreno y otros trámites exigidos por la Aplan.
Cada inversión, construcción o renovación en el Centro Histórico debe ser evaluada y aprobada por la Aplan. Esta oficina aplica el marco jurídico diseñado por la institución, que prioriza actividades culturales y de servicio al turismo, como hoteles, restaurantes, cafés, gastrobares y comercios destinados a satisfacer las necesidades de turistas, como venta de artesanías. Incluso el uso del espacio público está sujeto a su aprobación.

El centro se mueve. Pero no todos caben en su nueva planimetría.

La apuesta por el entretenimiento

Diversas investigaciones periodísticas han revelado el interés directo de la familia de Nayib Bukele, presidente inconstitucional, y sus socios vinculados al mundo del Bitcoin quienes han adquirido propiedades estratégicas en la zona.

Los incentivos son generosos. La Aplan ha otorgado exenciones del 100 % de impuestos municipales por 10 años y beneficios similares en el impuesto sobre la renta, dependiendo del monto de inversión. Estas políticas no solo benefician a grandes inversores, también imponen un modelo económico que rompe con la vida cotidiana de la zona.

Por décadas, el Centro Histórico funcionó como un punto neurálgico para el comercio e intercambio de servicios. Las personas, trabajadoras y comerciantes, dependían de su conexión con las rutas de buses provenientes de todo el país. Ahora, ese tejido económico se desmorona.

El turismo y entretenimiento han tomado prioridad. Se promueve un modelo de ciudad diseñado para atraer capital, visitantes y turistas, pero que excluye a quienes han habitado y trabajado aquí por generaciones. El Gobierno ha provocado una especie de terremoto social. La primera gran sacudida fue el desalojo de ventas en la vía pública. Ahora, el reordenamiento avanza con reglamentos que transforman el Centro en un escaparate de hoteles, restaurantes, cafés, terrazas con gastrobares, librerías, galerías de arte, salas de cine y museos.

La Aplan ha coloreado este nuevo paisaje, cuadra por cuadra, en su mapa de uso del suelo, priorizando un modelo de ciudad diseñado para atraer visitantes y capital, pero que excluye a quienes históricamente han habitado y trabajado en la zona.

A finales de 2024, el Gobierno montó la Villa Navideña. Personas privadas de libertad y empresas contratadas inundaron la zona de luces y arbolitos. Fue un ensayo de lo que se busca consolidar: un Centro Histórico convertido en escenario de eventos y espectáculos.

La sacudida continúa

El mapa de la Aplan define 13 zonas donde la vivienda permanente no turística tiene prioridad baja. En cambio, hay 57 puntos aprobados para hoteles, hostales o alquiler vacacional (zonas 2, 3, 8 y 9). La vivienda residencial se reduce a tres puntos, el más grande en las proximidades de la 25.ª Avenida Sur, en el límite del Centro Histórico. 

La noche del 27 de enero de 2025, la directora general de la Aplan, Adriana Larín, fue entrevistada en canal de televisión estatal. Cuando le preguntaron sobre los proyectos habitacionales en el Centro Histórico, evitó dar detalles. “Sé que estás interesado en ese tema, pero no lo voy a revelar todavía».  


Sin embargo, sí confirmó que fuera del Centro, y cerca del Parque Cuscatlán, se construirán cinco torres de apartamentos. «La mayoría ya están vendidos”, agregó.  

La vivienda residencial permanente queda relegada frente a usos económicos, como alojamiento temporal, gastronomía y entretenimiento. Solo hay 3 puntos identificados como opciones para vivienda, el más grande cerca de la 25 avenida sur. 

El uso mixto 01: el centro cultural y turístico

Este es el uso más restringido. Abarca plazas, parques e inmuebles con valor histórico, destinados a la cultura y el turismo. La mayoría se encuentra en el microcentro. Aquí están los parques, museos, bibliotecas, iglesias históricas, casas de la cultura, auditorio y teatros.

Uno de los inmuebles con esta clasificación es el excine Libertad. La Asamblea aprobó $18 millones de un préstamo del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) para comprar el terreno y construir un nuevo proyecto audiovisual.

Otro edificio señalado con uso mixto 01 está en la 1.ª calle oriente. Durante meses, personas privadas de libertad trabajaron en repararlo. Antes, albergaba una tienda de ropa usada, un tipo de comercio ahora prohibido en la zona. El miércoles 23 de abril de 2025, autoridades del Ministerio de Turismo, Cultura, Aplan y de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa inauguraron el Centro de Desarrollo Artesanal Interactivo, donde se pretende mostrar las diferentes técnicas artesanales y de productos que identifican al país. Según revelaron, este proyecto contó con el apoyo de el Fondo Especial de los Recursos Provenientes de la Privatización de ANTEL (FANTEL), pero no divulgaron el monto del aporte.

Personas privadas de libertad trabajaron durante varios meses en labores de carpintería y albañilería para restaurar este edificio. El 23 de abril de 2025 fue inaugurado como el Centro de Desarrollo Artesanal Interactivo (CEDART), donde habrá exposiciones de los diferentes productos artesanales y funcionará un área de café. Foto por Kellys Portillo. 

El uso mixto 02: Lugares de alta afluencia 

Según el artículo 21 de las Disposiciones transitorias de zonificación de la matriz de uso de suelo, aprobadas en octubre de 2024, esta categoría regula los espacios frente a plazas de “mayor jerarquía urbana”. Busca mantener la imagen del Centro Histórico y fomentar el turismo mediante servicios, alojamiento y comercio.

Dentro del uso mixto 02 hay 20 puntos, entre ellos los icónicos portales La Dalia, Sagrera y de Occidente, frente al parque Libertad. Es el corazón del Centro Histórico. El Gobierno ha reservado estos espacios para hostales, hoteles, restaurantes, teatros, galerías, museos, cafés, librerías, farmacias y comercios de tipo A, es decir, tiendas que apoyan actividades culturales o al turista.
Hasta enero, aún funcionaban  locales con ventas de bicicletas, muebles, tecnología y ropa, los cuales no coincidían con el perfil asignado. De los antiguos negocios, ahora ya solo quedaron dos farmacias y la oficina de Duicentro.

Algunos comercios de los portales que rodean al Parque Libertad ya comenzaron a migrar, forzados por trámites burocráticos o porque las personas propietarias han cedido a ofertas de compra. Foto por Kellys Portillo y Cecibel Romero.

El 1 de junio de 2024, en su discurso en el balcón del Palacio Nacional, Nayib Bukele, podía ver el enorme rótulo enfrente que decía: “Cardedeu próximamente”. Hoy, ese edificio frente a la Plaza Gerardo Barrios sigue el uso mixto 02 de la Aplan. En la planta baja funciona el restaurante Silvestre; en los niveles superiores, el hotel Cardedeu y un rooftop con gastrobar.

El hotel Cardedeu abrió sus puertas en enero 2025 y fue inaugurado oficialmente el 24 de marzo. Al consultar -en enero- sobre las tarifas, indicaron que estas oscilan entre $199 y $352 por noche, según la habitación y la temporada. Foto por Kellys Portillo. 

La Aplanadora

La Aplan fue creada por decreto legislativo el 30 de marzo de 2023 para administrar el área de 80 manzanas del Centro Histórico que fue declarada zona cultural, turística y de desarrollo. Es una “suprainstitución” con amplias potestades. Ha desplazado funciones de otras entidades y concentrado el control del territorio. Según el artículo 3 del decreto, la Aplan es responsable de calificar, aprobar y supervisar proyectos de rehabilitación, restauración, mantenimiento y desarrollo económico-social y urbano en el Centro Histórico.

La Aplan ha dejado subordinadas a instituciones como la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS), la alcaldía de San Salvador Centro, la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) y los ministerios de Medio Ambiente, Vivienda, Cultura y Obras Públicas. También deben estar a su servicio la Asociación Salvadoreña del Agua (ASA), la Dirección de Obras Municipales (DOM) y el Centro Nacional de Registros (CNR).

Esta mezcla de instituciones hace difícil calcular cuánto dinero público se ha inyectado en la transformación del Centro. En agosto de 2024, el ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, anunció una inversión de $8.1 millones para soterrar cableado en 8 kilómetros del Centro Histórico. En enero de 2025, el proyecto se amplió a 13 kilómetros para eliminar lo que llamaron “contaminación visual”, pero Herrera no detalló el costo adicional.

Paralelamente, la Dirección de Obras Municipales junto a la Constructora El Salvador asumió el soterrado del cableado en la calle Rubén Darío. Sumando ambos proyectos, se espera que el cableado subterráneo alcance 22 kilómetros.

El reordenamiento avanza sobre espacios históricos. En la Plaza Universitaria, donde antes estuvo la estatua de San Romero y el primer edificio de la Universidad de El Salvador, la DOM está por terminar un espacio gastronómico y la instalación de un carrusel. Foto por Kellys Portillo. 

Las grietas en el comercio

La alcaldía capitalina asume con diligencia su papel en la recolección de basura y en el despeje de calles y aceras. La movilidad peatonal y vehicular es la justificación. Esta transformación también ha golpeado la vida cotidiana del Centro.

Las calles del Centro Histórico, que diariamente reciben a más de 100,000 personas, según datos de la Aplan, solían ser el punto de venta de comerciantes de frutas, verduras, ropa y calzado, entre otros bienes esenciales, a bajo costo. Ahora, agentes municipales patrullan plazas y calles, señalizadas con el rótulo “Zona libre de ventas”.

La presión es constante. Quienes intentan vender su mercadería cargándola en brazos o en carretas enfrentan operativos de desalojo. Muchas de estas personas son adultas mayores, sin acceso a pensiones ni protección social. Su única opción es asumir el riesgo de ser sancionadas o perder su mercadería en decomisos.

Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2023, el 44.48 % de las mujeres ocupadas trabaja en servicios y comercio. Foto por Kellys Portillo. 

El 70 % de las personas en El Salvador están ocupadas con un empleo informal, de acuerdo con el estudio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD titulado: “Mapa Socioeconómico: Guía para los 44 municipios”  , publicado en 2024.

El miedo como herramienta para hacer temblar

El 22 de enero de 2025, funcionarios de la Aplan presentaron su proyecto ante la Cámara de Comercio Española en El Salvador. Aseguraron que el reordenamiento del comercio informal —unas 70,000 personas— ha sido voluntario.

Pero la realidad es otra. La expulsión de vendedoras y vendedores ha ocurrido bajo el régimen de excepción, que permite encarcelar sin pruebas a cualquier persona, tenga o no vínculos con pandillas. En este contexto, el miedo se ha convertido en un mecanismo de control.

Las siglas de la Aplan no son tan conocidas. Sus rótulos y su personal llevan la marca “El Centro Histórico”. En la práctica, esta institución opera con amplias funciones. Foto por Kellys Portillo. 

No solo el comercio informal ha sentido el remezón. Negocios formales también enfrentan cambios en las normativas y costos operativos que hacen la zona cada vez más inaccesible.

A finales de noviembre de 2024, antes de la instalación de la Villa Navideña, la nueva Superintendencia de Regulación Sanitaria realizó un operativo en el Centro. Más de 40 bares y restaurantes fueron sancionados por supuestos incumplimiento de normas higiénicas.

El golpe fue inmediato. Muchas personas se quedaron sin empleo e ingresos. Las personas propietarias se enteraron de las nuevas regulaciones para poder seguir operando y, a la mayoría, le fue casi imposible adaptarse.

Réplicas de control

La burocracia cayó como un alud sobre más de 40 establecimientos de entretenimiento nocturno. En noviembre de 2024, la Superintendencia de Regulación Sanitaria y la alcaldía ejecutaron un operativo masivo. Ordenaron la actualización de permisos y la corrección de supuestas fallas de funcionamiento. Video por Kellys Portillo.

Mientras el control sobre los negocios aumenta, la transparencia es una gran ausente. Hasta el 10 de abril de 2025, la página de Transparencia de la Aplan sigue vacía. No hay documentos disponibles para consulta pública. Alharaca solicitó una copia de las actas de reuniones de la Junta Directiva para conocer cómo se discutió y aprobó el mapa de uso del suelo, y qué decisiones se han tomado en cuanto a contratos y compras. La Junta Directiva está integrada por cuatro personas: un presidente nombrado por la Presidencia de la República, y representantes de los ministerios de Turismo, Cultura y de la alcaldía de San Salvador.

El 6 de enero de 2025, Jessica Milena Carpio, oficial de información,  resolvió que los documentos estarán en reserva por dos años. Argumentó que su divulgación podría “comprometer las estrategias y las funciones estatales en procedimientos judiciales o administrativos en curso”.

La Ley de Acceso a la Información Pública exige que toda institución pública publique su Índice de Información Reservada. La Aplan aún no lo ha hecho.

Permisos y sanciones

Los lineamientos de la Aplan definen qué actividades comerciales pueden operar en la zona. Las casas de huéspedes, moteles, casas de citas y dormitorios públicos están prohibidos.  

Las cervecerías, casinos billares y discotecas solo tendrán permisos condicionados en la zona de uso mixto #7.  En cambio, una viñería obtendría el aval inmediato. Incluso las escuelas tendrán permisos condicionados. 

Incluso las escuelas tendrán permiso condicionado. En la tabla:  0 Prohibido. 1 Permiso condicionado, X Permitido. 

La Aplan no solo califica y aprueba proyectos. También impone sanciones. En diciembre de 2024, reformó su reglamento para endurecer las multas contra quienes incumplan normas de salud, dañen el patrimonio o el medioambiente.  

Las nuevas reglas castigan la «contaminación visual». Una infracción de este tipo puede costar entre 10 y 19 salarios mínimos mensuales. Además, las personas propietarias de los inmuebles en abandono o descuido pueden ser sancionados. El mensaje es claro: vender puede ser la única salida.   

La Aplan está adscrita al Ministerio de Turismo y tiene un presupuesto de $1,830,326.00 para 2025.  El 55 % proviene del Fondo General de la Nación. El 45 % restante (unos $810,094.00) deber generarlo con sus propios ingresos. ¿Cómo? A través de trámites, sanciones y actividades culturales en el Centro.  

  “Como dijo el presidente, vamos a ser muy creativos a la hora de estar promocionando”, expresó la ministra de Turismo, Morena Valdez, ante la comisión de Hacienda. Su cartera de Estado enfrenta un recorte de un millón de dólares para este año.      

  El modelo está claro: la transformación del Centro Histórico no solo genera beneficios al Gobierno y su grupo cercano, también dará muchos ingresos a través de trámites y permisos. Quienes no puedan cumplir con esos requisitos, como Rosaura y los pequeños locales vecinos donde se vende comida o productos usados, irán saliendo poco a poco. Según el mapa de zonificación de la Aplan, ya no hay espacio para ellos.

El puesto que logró montar Rosaura a mediados de 2024. Esa venta de pan y bebidas sigue siendo el modo de generar ingresos para ella y sus dos hijos, pero el dueño les avisó que en unos meses tendrá que dar paso a construir un parqueo o quizás una plaza comercial. Foto por Kellys Portillo.

*La frase es de la activista estadounidense Jane Jacobs, quien entre las décadas de 1950 y 1960 luchó por preservar el corazón de Nueva York y su vida de barrio, amenazados por grandes proyectos urbanísticos. Esta cita aparece en la página 103 del documento publicado por la OPAMSS y la alcaldía de San Salvador en 2018, titulado: “Programa Temporal para la Revitalización del Centro Histórico de San Salvador”. Ahora, la Aplan es la entidad que dirige los planes de transformación y controla, por el momento, 80 de las 200 manzanas que componen el Centro Histórico 

texto: Cecibel romero

Fotografía: kellys portillo, guion multimedia y cecibel romero 

Edición: metzi rosales martel 

 DIseño web: Andrea Burgos