Gloria menciona que, además de todas las problemáticas que se han generado a partir de la extracción del material, este tipo de actividades destruye el cerrito que representa para ella el robo de su identidad y de la comunidad. Foto: Kellys Portillo.
Estas extracciones llevan consigo otro tipo de afectaciones sobre las comunidades. Debido al ingreso de maquinaria pesada, las calles se han deteriorado. “Cuando pasan esas grandes volquetas, toda arruinada dejan la calle”, comenta Gloria.
Para Gloria sería un sueño ver el cerro recuperado, con árboles frutales, que la fauna se sienta segura de habitar en el lugar y que la comunidad disfrute convivir con la naturaleza. “Aunque sea con lo último que queda, pero vamos a cuidarlo para que sea un ecoparque y que la comunidad disfrute de este recurso”, añade.
Le pedimos a María, Daniela, Gloria, Mónica, Apolinario y Ruth —habitantes de las comunidades cercanas a El Cerrito— que intervinieran fotografías impresas del cerro, pintando sobre ellas la manera en que lo imaginan en el futuro. Lo sueñan con árboles frutales y frondosos, con hojas verdes y amarillas, flores de distintos colores, grama, distinta vegetación, conejos, aves, y personas caminando a su alrededor y sobre él.