Cicla 28, un espacio que crea comunidad

Vilma Laínez | 27/04/2023

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En 2021, cuatro mujeres jóvenes fundaron Cicla 28 como una alternativa de transporte urbano seguro y con enfoque de género. En el camino, esta iniciativa se ha convertido en un espacio colectivo de reivindicación y defensa de los derechos humanos de las mujeres.

En San Salvador, un grupo de cuatro jóvenes se ha organizado para promover el uso de la bicicleta como un transporte alternativo y seguro para las mujeres que diariamente tienen que movilizarse en la capital. 

El proyecto de la Cicla 28 se creó en 2021 como un espacio de formación sobre el uso y reparación de bicicletas para mujeres. Ahora ha evolucionado hacia una alternativa de incidencia y empoderamiento frente a las violencias a las que diariamente se exponen las mujeres que transitan por las calles de San Salvador. 

Como primeros pasos, la Cicla 28 ha creado su propia currícula de formación, a través de la cual enseñan a las mujeres los nombres de cada pieza que integra una bicicleta, cómo se usan las herramientas, cómo devolver la cadena a su sitio cuando se cae, cómo desmontar y montar una llanta cuando se pincha, entre otras reparaciones. 

La currícula también integra temáticas relacionadas a la importancia del uso de la bicicleta para la salud física y emocional, así como su uso como transporte sostenible y ecológico.



Jéssica González y Andrea Ortiz son dos de las cuatro mujeres fundadoras de la Cicla 28. Ambas aseguraron que esta iniciativa es un espacio de empoderamiento y seguridad para las mujeres. Jéssica González explica el nombre: «Cicla» por las bicicletas y 28 relacionado con el periodo menstrual, que dura regularmente 28 días. 

“La bicicleta es de ayuda, porque en este momento que estamos elaborando [temáticas], nos dimos cuenta de que varias atravesamos problemas que están relacionados con enfermedades del sistema endocrino, y es que las mujeres estamos más sensibles a estas sustancias que, por la contaminación ambiental, se liberan en el sistema y desarrollamos ovarios poliquísticos, endometriosis, entre otras enfermedades”, aseguró Jéssica González. 

Andrea Ortiz agrega que “La Cicla es un espacio integral, donde las mujeres vienen no solo a subirse a una bicicleta y pedalear, sino que es un espacio donde les enseñamos acerca de la salud, el autocuidado, y cómo empoderarse en cuanto al uso de la bicicleta y salir a la calle”.  

Desde su fundación, la Cicla 28 ha desarrollado dos escuelas de ciclismo urbano para mujeres. «Lo que se nos ocurrió fue organizarnos en colectivo y preferimos que nos donaran bicicletas y nos propusimos dar talleres», explicó Jéssica. 


La pedaleada se realizó en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, y también asistieron hombres y niños de diferentes edades. Foto: Kellys Portillo

Como parte de este proceso, alrededor de 33 salvadoreñas entre jóvenes y adultas han sido formadas en el manejo y reparación de bicicletas, así como también en la defensa de sus derechos. 

Silvia Argueta es una de las participantes de estos talleres. Según ella, lo que más le gustó es la comunidad que ofrece el espacio. «Inicialmente participé porque es algo que me gusta, pero dejé de hacerlo porque me quedé sin bicicleta. Esa es una limitación, pero aquí es como tener un grupo en el que nos apoyamos unas a otras para fomentar el uso de la bicicleta en la zona urbana. Por eso, también es importante movilizarnos a través de este transporte, porque estamos creando una comunidad donde nos apoyaremos el día de mañana, no solo en el uso de la bicicleta», afirmó. 

El pasado 22 de abril, Día Internacional de la Tierra, desarrollaron su primera ruta urbana de mujeres desde el parque Cuscatlán hasta la Plaza Libertad, con el objetivo de concienciar a la sociedad y a les tomadores de decisiones de políticas públicas sobre el uso de la bicicleta como transporte alternativo no contaminante. 


Hombres y niños de diferentes edades se sumaron a Cicla 28, una colectiva fundada por mujeres ciclistas, en la ruta urbana que realizaron el pasado sábado 22 de abril, desde el parque Cuscatlán hasta la plaza Libertad, en San Salvador.


Algunas participantes portaron carteles en referencia al Día Internacional de la Tierra. Foto: Kellys Portillo

Durante el trayecto, más mujeres, especialmente jóvenes, se unieron a ellas, viendo en la bicicleta y en la Cicla 28 un espacio seguro. Ese fue el caso de Iliana Pichinte: «Ayuda mucho el hecho de conectar con otras personas que están en la misma sintonía que uno y realmente desestresa y te hace feliz», comentó. 

Ese día también marcó el cierre del segundo Bicilab organizado por la colectiva. 


Jéssica González (camisa celeste y franjas de colores), Andrea Ortiz (camisa rosa) y María Córdova (camisa amarilla) son tres de las fundadoras de Cicla 28. Foto: Kellys Portillo

Las fundadoras de la Cicla 28 están trabajando en una propuesta de ordenanza municipal que buscan presentar a la Alcaldía de San Salvador con el fin de que se creen condiciones adecuadas, como la infraestructura segura, para poder practicar el ciclismo con tranquilidad y sin violencia física o acoso. 

Jéssica González considera que la bicicleta es una alternativa de transporte para las mujeres que no pueden permitirse tener un vehículo automotor. «Está demostrado que, por razones de labores de cuidado, existe la movilidad de cuidados, es decir, aquellos trabajos que las mujeres realizamos de acompañar, suplir y abastecer. Se deben tener en consideración todos estos aspectos para que ellas puedan manejarse en las calles con autonomía, por sus propios medios», explicó. 


Alrededor de 35 personas de diferentes edades participaron en una pedaleada en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra desde el parque Cuscatlán hasta la plaza Libertad, el sábado 22 de abril de 2023. Foto: Kellys Portillo

Por ahora, como parte de su plan de incidencia, promueven el cumplimiento de la ley de fomento de la bicicleta como medio de transporte con enfoque de género, tanto en las escuelas como en el trabajo. 


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