“La impunidad es como una roca muy difícil de mover” – Sembrando Memoria Feminista – Ep. 2

25/11/2023

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Carmen Fabián fue detenida en 1989 durante el conflicto armado. Su padre fue preso político en la década de 1970 y en el régimen de excepción, impuesto por el gobierno de Nayib Bukele desde marzo de 2022, ha visto a dos de sus hijos detenidos. En esta plática reflexiona sobre las similitudes de estos momentos históricos, la impunidad, cómo la colectividad le ha permitido luchar y las perspectivas de futuro que nos pueden dar las juventudes.



En esta segunda y última entrega del pódcast “Sembrando Memoria Feminista”, platicamos con Carmen Fabián, una mujer que lleva más de 30 años luchando por los derechos humanos. Desde su juventud ha estado trabajando por diferentes causas. Se organizó a nivel estudiantil, creció en un ambiente de organización campesina ligada a la Iglesia Católica. “Se me hizo, pues, como natural asumir una postura de defensa de derechos”.

En los últimos 10 años se ha enfocado en el trabajo por los derechos de personas con discapacidad. Pero también forma parte del Bloque de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Su hermana desapareció hace algunos años, cuando ya había pasado el conflicto armado, pero el fenómeno de las desapariciones no era lo que se conoce ahora. “Cuando surgieron colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, a mí me dio mucha satisfacción porque dije bueno, voy a poder sumarme a ese esfuerzo también para poder demandar la verdad de lo que está pasando con las personas desaparecidas”.

Las mujeres nos acompañamos en la resistencia, las redes de apoyo siempre han sido una estrategia para brindarnos entre nosotras fortaleza, empatía y esperanza. Esta ha sido la clave de muchas mujeres que ahora están enfrentándose a la impunidad que les obliga a revivir violencias del pasado que ahora se enmarcan en un régimen de excepción. Una figura legal que desde siempre se ha acompañado de violaciones a derechos humanos, represión hacia las ideas diferentes, la organización, la participación y la exigencia de verdad y de justicia.
En esta conversación, Carmen nos cuenta sus vivencias, aprendizajes y las estrategias que han orientado sus más de 30 años de lucha.

Con el proyecto “Sembrando Memoria Feminista”, construimos memoria para no repetir la historia. Para resistir juntas desde la esperanza queremos contar las historias de mujeres que luchan por defender derechos, por vencer la impunidad, por encontrar la verdad y obtener justicia.


Esuchá el primer episodio.





Transcripción “La impunidad es como una roca muy difícil de mover” – Sembrando Memoria Feminista, Episodio 2

Duración: 20:50 minutos

Intro musical

Carta de la memoria: “Mucha luz y esperanza para mi abuela María Teresa Alvarenga. Este día marcho porque tú no puedes, porque en los ochentas fuiste víctima de ejecución selectiva. Ahora marcho porque quiero un país sin militares, quiero hospitales sin militares, quiero escuelas sin militares, quiero que este país no vuelva a pasar por una guerra civil”.

Sildania Murcia: Soy Sildania Murcia y esto es Sembrando Memoria Feminista, una colaboración entre  Salvadoreñxs Construyendo Memoria y Alharaca. En estos dos episodios platicamos con dos mujeres que participan en la defensa de los derechos humanos y de la memoria. Cada episodio inicia con una carta que nos recuerda cómo la lucha de muchas mujeres se vincula con nuestros pasados y el de nuestras comunidades. Juntas construimos memoria feminista para no repetir la historia.

Ahora platicaremos con Carmen Fabián, una mujer de 55 años, quien ha dedicado más de 30 años de su vida a defender los derechos humanos. Hola Carmen, bienvenida. Gracias por acompañarnos. Cuéntenos un poco de su historia y sobre cómo llegó a ser defensora.

Carmen Fabián: Muchas gracias por la invitación y este esfuerzo que ustedes tienen también de rescatar la memoria feminista. Yo he sido una persona bastante inquieta en términos de defensa de derechos. De adolescente me organicé a nivel estudiantil, pero provengo también de una familia con tradición organizativa. Mi papá de hecho, fue un preso político en los años 70 y crecí en ese ambiente de organización de lucha viene inicialmente con comunidades campesinas, con una federación campesina ligada a la Iglesia Católica. Entonces se me hizo, pues, como natural asumir una postura de defensa de derechos. En el caminar, lo que adquirí fue, en los últimos poco más de diez años… Me dediqué al trabajo de derechos humanos y discapacidad y apoyando al movimiento de personas con discapacidad.

Sildania Murcia: El Salvador acaba de cumplir un año bajo el régimen de excepción. ¿Qué reflexiones hace sobre este año? 

Carmen Fabián: Es muy difícil para nuestra generación ver, pasar nuevamente cerca de ese camino que ya pasamos. Y nosotros como generación, hombres y mujeres,  pasamos por estados de excepción,primero por la represión, luego la guerra. Y yo pensaba ingenuamente que, pues, que ya, ya habíamos dejado esos caminos. Sin embargo, ahora es como, no solo es frustrante, sino da mucha tristeza y yo misma ya pasé por la experiencia de tener a dos de mis hijos detenidos. Pensábamos que las futuras generaciones merecían un futuro diferente y es muy triste, es muy desalentador, desesperanzador. Espero yo que no caigamos en esa trampa de la desesperanza. Pero requiere de mucha entereza esta etapa. Lamentablemente hemos caído nuevamente en una situación que si, que lejos de mejorar o de avanzar en forma positiva en materia de derechos humanos, llevamos en retroceso.

La publicidad de la propaganda gubernamental, me habla de muchos logros. Que en realidad la gente común y corriente, la gente organizada, también, está pasando por malos momentos. Detenciones arbitrarias a la gente común, pero también a la, a la gente organizada que ha luchado por este país. Este pueblo necesita tiempo nuevamente para retomar energía y, pues, organizarse otra vez y luchar por lo que habíamos logrado. Pues con mucho esfuerzo y con mucha sangre.

Sildania Murcia: Carmen. Sé que en los últimos diez años usted ha luchado por los derechos de las personas con discapacidad. La búsqueda de personas desaparecidas y ahora por los derechos de las personas detenidas de forma arbitraria. ¿Qué significa para usted ser defensora de derechos humanos en un país como El Salvador?

Carmen Fabián:Me parece que los esfuerzos actuales de defender, de levantar las banderas de la vida, de la integridad física, esos derechos que se supone habían sido ya más asumidos por la sociedad salvadoreña, y de repente se ponen en cuestión nuevamente. Y me parece muy alentador que, que, por lo menos, ahora tendemos organizaciones que muy puntualmente reivindican la desaparición de las personas, la detención arbitraria en persona, pero que al mismo tiempo demandan el cumplimiento de derechos fundamentales.

Me parece importantísimo que ahora vemos colectivos muy activos en demandar información, verdad, de la desaparición y también de las definiciones que se están dando de forma arbitraria. Los derechos no están ganados porque están en un papel, osea los derechos han sido conquistados, como decía la vieja consigna, con lucha organizada. En las calles, con el esfuerzo de este pueblo no ha sido noble, que ha sido generoso. Y que nos intentó darnos un futuro diferente.

Sildania Murcia: Usted pertenece al bloque de Búsqueda de Personas Desaparecidas. ¿Nos podría contar cómo se involucró en este movimiento? 

Carmen Fabián: Es una tarea agotadora. Hace algunos años, mi hermana desapareció también. Y cuando ella desapareció, aún no había esfuerzos colectivos para la búsqueda de personas que no fueran las personas desaparecidas de la guerra. Y, como, de manera individual, pues uno hace una, hace lo que está al alcance, para saber, para indagar, para averiguar. Y fue muy frustrante, porque no, las instituciones no responden.Cuando surgieron colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, a mí me me dio mucha satisfacción porque dije bueno, voy a poder sumarme a ese esfuerzo también para poder demandar la verdad de lo que está pasando con las personas desaparecidas, con las personas detenidas. 

Sildania Murcia: Usted estuvo detenida durante la guerra en un contexto de régimen de excepción. ¿Cómo se diferencia este año con el periodo de la guerra?

Carmen Fabián: Yo estuve detenida en 1989. Y fue… A la vuelta de los años, pienso que lo que me permitió sobrevivir a eso fue el hecho de haber estado ligada a un colectivo, organizada en un colectivo, incluso en… La información, que es vital en los casos de detención o de desaparición, estuvo más o menos garantizada en aquel momento a partir de la demanda que hacían las organizaciones en ese momento.El Salvador ha vivido períodos de estado de excepción que en aquel momento también significaba la pérdida de garantías judiciales, detenciones arbitrarias, ejecuciones sumarias. Y es tan lamentable que hoy estemos pasando por lo mismo. Y la falta de información, que me parece un derecho elemental, fundamental para la familia. Hoy se ve más obstaculizado. Ahora te detiene la policía, te detiene el ejército. Pero de repente pasa lo mismo que en no hay información. No saben qué pasó, no saben dónde está la gente. Hay familias que llevan meses sin saber de sus familiares detenidos y es exactamente lo que pasaba antes. Entonces la diferencia… Bueno, para mí la diferencia, fundamentalmente este ya pasamos por eso, hubo una guerra y los acuerdos de paz que bien o mal inacabados y consistentes en algunos, en algunos aspectos, pero era una apuesta a que el país caminara hacia un horizonte un poco más abierto, a la diversidad de opinión. Para mí ha sido como revivir el terror. Ese terror que creímos muerto que creímos, por lo menos, superado. La impunidad lamentablemente es una cosa que no superamos, desde del pasado. Y ahí sí creo que llevamos siglos de impunidad y eso parece que así es, que es  como una roca muy difícil de mover. Me parece un despropósito. Un sinsentido, me parece. Algo surrealista, por decirlo de una manera. 

Sildania Murcia: Con estos fenómenos tan duros que han sido parte de su historia de vida, ¿qué la ha ayudado a resistir? 

Carmen Fabián:Lo que nos ayuda a resistir es nos y es saber escribir bien. Tenemos cosas que resolver a nivel personal, a nivel individual, es ser parte de un colectivo, pienso que es lo que nos permitió, a mi generación y a la anterior, nos permitió sobrevivir, resistir, en primer lugar. No solamente compartimos las luchas, sino también la resistencia y en el sentido de lo colectivo. No podemos tener perspectiva, si no tenemos organización, objetivos comunes, estrategia. Y ahí creo que se hace juego. O sea, esa perspectiva sin estrategia es imposible. Podemos tener una perspectiva, pero si no tenemos una estrategia de cómo llegar a ese punto, se nos pierde el horizonte. En esa estrategia, a veces hay que negociar cosas entre esos diferentes que luchan. Había una frase que me encanta mucho de Paulo Freire, que decía: «Hay que saber negociar con los diferentes para poder enfrentar a los contrarios». Entonces creo que sigue siendo válida una estrategia que debe ser articulada con esos diferentes. Porque de otra manera no vamos a poder enfrentar una gran amenaza. Y en este momento están ahí, sólo asomando, pero lejos de mejorar las cosas, creo que pueden empeorar. Entonces, tenemos que reconstruir. No vamos a de cero. Creo que ya hay elementos en la memoria histórica del pueblo, pero también en las luchas de hoy. Y pues somos diferentes, si, tenemos que caminar. Entonces creo que sigue siendo el sentido de lo colectivo. Pero también reaprender del pasado, superar las falencias que tuvimos en el pasado como generación y como organizaciones. Por supuesto. Pero hay mucha, mucha información y muchas lecciones en la historia y eso es lo que vale la pena recuperar. 

Sildania Murcia: ¿Cómo se imagina un futuro desde la esperanza?

Carmen Fabián: La esperanza en un concepto cristiano. Le permite a la gente que lucha y que es cristiana, pues, apoyarse de eso. Otras personas pensarán, pues, en la perspectiva. Yo creo que es la perspectiva la que permite organizar y luchar. Si perdemos la perspectiva. Creo que nos quedemos sin esperanza, ¿verdad? El tema es que como que hay que hacer ese horizonte. El horizonte, que no nos están proponiendo que en este momento los sectores de poder, es eso, un horizonte de terror, de terror, de ignominia, como diría un amigo poeta. Y este horizonte no es el horizonte que el pueblo podría pensar. Yo creo que la primera tarea es recuperar. A lo mejor va a ser como un collage de horizonte, donde debe estar, pues, los derechos humanos para todos y para todas, sin excepción. Es la juventud la portadora de esperanza. Y la portadora de esa perspectiva también. La juventud de hace 40 años dio un aporte importante. Ahora creo que para la cultura es más difícil, pero también veo que es interesante porque implica hacer un dibujo nuevo, pero que ya hay algunos elementos puestos por, no solamente por mi generación, sino por las generaciones anteriores que no han caído en la trampa de las promesas. Y promesas envueltas en papel. Lo que pasa es que implica un esfuerzo grande y eso no se da de la noche a la mañana. Si no que toma tiempo, pero yo confío en la juventud de hoy. 

Sildania Murcia: Carmen, muchas gracias por conversar con nosotras y compartirnos parte de su vida. Le habíamos pedido que preparara una carta de la memoria. ¿Le gustaría compartirla con nosotras?

Carmen Fabián: Esta es mi carta para no repetir la historia. Tengo un compromiso con la memoria, con la historia. Confío en esa lucha de quienes antes se organizaron para darnos un futuro. Pero que también hoy se hace necesario retomar. No olvidar. No olvidarme de mí, pero tampoco olvidar a los otros y a las otras. El reto ahora es no olvidar y vivir con memoria porque en El Salvador, al pueblo salvadoreño nada le han regalado. Todo ha sido conquistado con lucha, con organización y en las calles. Son las calles las que nos enseñaron a luchar también. Y son las calles las respuestas para no olvidar. 


Créditos


Este podcast fue una coproducción entre Salvadoreñxs Construyendo Memoria y Alharaca.



Entrevistadora: Sildania Murcia

Narradora de carta: Diana Díaz

Guion, dirección y producción creativa: Jimena Aguilar, Sildania Murcia, Diana Díaz, Alejandra Burgos y Sara García.

Producción: Mónica Campos

Edición: Marcela Benítez

Ilustración: Beatriz Martínez

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