Ciudad de México, México
Martes, 17 de marzo de 2020
Hola chicas:
¿Cómo van las cosas por sus tierras? Jime, ¿has pensado ir al médico? Lya, ¿no pueden salir ni siquiera a caminar al parque o sentarse en una banca a tomar el sol? Gabi, estoy preocupada por el giro que están tomando las cosas en El Salvador cuando aún no hay un solo caso confirmado. Solo de ver las condiciones en que las personas están pasando la cuarentena impresiona mucho.
En México las cosas aún siguen sin explotar, pero comienzan a ponerse tensas. Mi amiga fue a correr al parque que está cerca de mi casa. No pudo entrar. Está cerrado debido a la emergencia, pero le llamó la atención que había gente adentro. ¿Qué pasaba? Pues nada, que las personas se estaban saltando la barda del parque para poder entrar.
El kínder de S. está aún abierto, pero solo ha llegado como el 20% de los niñxs. Además, ayer hubo un altercado diplomático entre el gobierno mexicano y el nuestro, porque Nayib dijo que había 12 personas infectadas en un vuelo de Avianca. Luego resultó que era falso. Pero acabó con el cierre del aeropuerto. Mis amigos en casa sienten más lejos que nunca el día que puedan volver.
Hoy me quedé en casa. Decidí no ir a ningún café a trabajar. Aunque el gobierno aún no dice nada, todo parece indicar que lo mejor es quedarse en casa. Tampoco contesté al chat de mis amigas del colegio. La información que comparten me pone nerviosa.
Estamos considerando seriamente irnos de la ciudad. El viernes es el último día de escuela en un mes. Nuestro viaje a El Salvador para semana santa también está cancelado. Creemos que la ciudad pronto entrará en cuarentena y que es mejor pasarla en el campo, en algún lugar sin tanta gente y donde S. tenga un jardín al que pueda salir a correr y respirar aire limpio. Me da miedo porque no sé si luego será difícil regresar a nuestra casa. No sabemos cuánto tiempo durará la crisis ni aquí, ni en El Salvador.
Después de ver cómo se está poniendo la cosa en El Salvador, C. y yo comenzamos a hacer cuentas para ayudar económicamente a mi familia, si es necesario. Creo que lo será porque con el aeropuerto completamente cerrado y el comercio prácticamente parado, la crisis económica es inminente. Eso me dio angustia, ese tipo de angustia que he sentido cuando me ha tocado vivir terremotos, cuando una no puede controlar nada y estás más a merced de algo más grande. Claro, en este caso es el coronavirus, pero también de las decisiones de un presidente.
Las dejo. Ojalá mañana tenga mejor ánimo.
Lau