Soluciones comunitarias

Otras formas de convivir: mujeres lideresas de cooperativas de vivienda

El cooperativismo es un modelo que busca garantizar ese derecho, pero también ir más allá: se propone suplir el déficit de vivienda no solo en lo material, sino también mejorando la calidad de vida de sus integrantes y la convivencia entre ellxs. En junio, platicamos en nuestro Coloquio de Brujas con lideresas de cooperativas de vivienda en El Salvador:

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Transcripción del conversatorio

LETICIA MARTINEZ 

La ausencia de literatura amplia sobre el activismo por los derechos reproductivos en El Salvador significó una limitante a la hora de desarrollar mi pregunta de investigación. Sin embargo, me motiva a investigarlo a profundidad más adelante, a partir de trabajo de campo. Para examinar las intenciones y estrategias de las campañas, así como los efectos y las respuestas del activismo antiderechos, valdría la pena realizar entrevistas tanto a las mujeres de la Agrupación Ciudadana, como a integrantes de grupos antiderechos como Sí a la vida. También sería interesante realizar encuestas similares a la del IUDOP utilizada en este trabajo, pero con vistas en el efecto de la campaña por la liberación de las 17 y su efecto en la percepción ciudadana. 

Llevamos un proceso de intercambio de equipos técnicos y cooperativistas con Fucvam que es la Federación Uruguaya de Cooperativas. Entonces nos metimos en este proceso porque veíamos que era una alternativa para cubrir el déficit de vivienda.  

En El Salvador, a pesar de ser un territorio pequeño en comparación a otros países de Centroamérica, o de Latinoamérica, la problemática de la vivienda en los sectores es diferente (a nivel del territorio). Entonces, el cooperativismo es un modelo que permite atender el déficit a nivel de número de vivienda, pero también a nivel de calidad y convivencia. Puesto que la cooperativa no es solo construir la vivienda, sino que la construcción de comunidad.  

Es importante la comunidad pues se va fragmentando cada vez más en la sociedad. Entonces consideramos que el cooperativismo es esa alternativa, que está basada en principios, en valores, en pilares fundamentales como es la ayuda mutua y esa propiedad colectiva de la que hablaremos más adelante. Todo el proceso autogestionario que hacen las cooperativas de vivienda y que son acompañadas por los equipos de asistencia técnica. 

Las cooperativas están reguladas. Hay un ente rector a nivel nacional que la regula. Pero su quehacer está basado sobre todo en la organización, es decir en la toma de decisiones. 

Y es el 70 por ciento, tal vez un poquito más, que son mujeres que están en la membresía de la cooperativas. Mujeres, jefas de hogar, que generalmente se dedican a la venta diaria. De modo que son familias que habitan en mesones o en lugares donde están conviviendo con otros grupos familiares. Entonces, es una problemática que nosotros la vivimos desde Fundasal y apostamos en acompañar.

En aquel momento el problema era de ir convenciendo a más, pero ahora ya muchos están convencidos y se unen a los procesos. Así que, por eso, nosotros como Fundasal  promovemos este modelo. Todas las cooperativas, que ya son 28 a nivel nacional de las cuales nosotros atendemos 24, están ya aglutinadas en una federación, en donde se aglutinan todas las cooperativas, ya que también eso es una base fundamental para la incidencia que eso trascienda a la política pública.   

Es importante que esto pase de los proyectos que ya hemos trabajado con las mujeres, que son las que participan más en los procesos, hasta llegar a la política pública para que sea desde el Estado que se asuma la responsabilidad sobre la vivienda de interés social. Esa vivienda de interés social que tiene que tener condiciones diferenciadas para los sectores más empobrecidos del país. Por eso consideramos que es una apuesta política a nivel institucional y a nivel de país que se debe de continuar. 

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Leticia. Luego quisiera pasarle el micrófono a Juanita Ramírez, la presidenta de la Junta de Vigilancia de la Copivri. Juanita, cuéntenos, ¿cómo se vive dentro de una cooperativa? Y, ¿cómo es diferente vivir en un lugar que se organiza de esta forma a vivir en otros lugares?

JUANA VALLE 

Bueno, hola, buenos días. Mi nombre es Juana Lidia Valle Ramírez, representante legal de la cooperativa Covivante. Bueno, dentro de una cooperativa hay muchas ventajas en lo que es la organización. Porque nosotros como cooperativa venimos y, como dijo la licenciada Leticia, muchas somos mujeres. En mi cooperativa somos casi 30 mujeres que conforman el grupo familiar. Venimos mujeres desde mesones, desde predios baldíos, que vienen de una precariedad deplorable.  

Por lo cual, al estar organizados en la cooperativa es una ventaja en cuanto que la mujer no se siente tanto la mujer, sino que también el hombre. Porque también tenemos hombres que son jefes de hogar, son papá y mamá a la vez. Y tenemos muchas mujeres que son mamá y papá. Son mujeres que se han quedado sin esposo por los conflictos de la guerra, algunas por problemas internos, pero se unieron en la cooperativa.  

En aquel tiempo que no estaban en la organización se sentían aisladas, no tenían un apoyo de una vivienda. No tenían la misma calidad de vida que se tiene como cuando una mujer recibe una capacitación sobre el cooperativismo, o del apoyo, o de la equidad de género, o de cómo es el apoyo de la salud de una mujer. En una cooperativa se logran tocar todos esos ejes.

Las mujeres sabemos cómo participar en una asamblea. Por medio del Centro Cooperativo Sueco y por medio de Fundasal, muchas de nuestras mujeres y sus familiares ahora se sienten con capacidad de formar parte de los órganos de dirección. Ahora dicen: «yo puedo», «yo puedo apoyar», cuando antes las mujeres no se desempeñaban porque se sentían incapaces. Eso es muy importante porque la mujer se capacita. Ahora ya hay asociadas que dicen: «ahora voy al gimnasio», «ahora tengo tal trabajo», porque se van capacitando. Y eso es lo importante, que la mujer se desarrolle, que tenga una autoestima alta y que se beneficie. Y lo hemos logrado a través de las cooperativas.

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Juanita, pasamos a Loli Sarmiento, Presidenta del Consejo de la Cooperativa Covivance. Loli, Juanita mencionaba que muchas mujeres están interesadas en este modelo de vivienda. ¿Por qué le interesó a usted? Y, ¿por qué cree que a tantas mujeres les llama la atención este tipo de proyectos?

DOLORES SARMIENTO 

A mí en lo que me ha interesado, hasta enamorado del cooperativismo es que no hay excepción de personas. Una de las ventajas que tiene uno de mujer es que se nos da la oportunidad de capacitarnos en diferentes áreas para luego formar parte de los órganos de dirección.

Como decía la compañera Juanita, que muchas veces se muestran muy tímidas pero, ya con capacitación, formamos parte de los órganos de dirección y tenemos la valentía para poder hablar.                                                              
Antes nos sentíamos en aislamiento, no queríamos hablar, pero ya con la ayuda, nosotros hablamos. Además, la mayoría de mujeres somos del sector informal, por lo cual es que también se hace atractivo. También es atractivo porque nos garantiza una vivienda, de generación en generación. Además, tenemos la garantía de que la vivienda no se pueda vender, ni tampoco hipotecar, porque es una sola escritura para la cooperativa. ¿Y quiénes somos la cooperativa si no todos los asociados, verdad? Y eso es más una garantía para nosotros, es una herencia que nosotros le vamos a dejar a nuestros hijos.

DOLORES SARMIENTO 

El cooperativismo de vivienda me enamora también porque allí se ve, como decía la compañera Juanita, un nuevo estilo de vida. Hay un cambio de verdad, porque somos personas no individualistas, porque trabajamos en el colectivo y nosotros disfrutamos de nuestra vivienda. Otra cosa que me encantó fue que nosotras somos las que decidimos cómo queremos nuestra casa. Y eso se cumple. Entonces eso es lo que me enamoró del modelo cooperativa. 

JIMENA AGUILAR 

Muchísimas gracias, Loli. Sofía, nuestra participante que pertenece al consejo de administración de la Cooperativa de Vivienda La Comuna. ¿Por qué le debería de interesar este modelo a las personas de la clase media? A personas que vienen de una tradición donde quizás siempre se ha valorado mucho el lograr comprar tu propia casa, pero que quizás desde 2008, con las diferentes crisis económicas y ahora que estamos entrando a otra crisis económica debido a la pandemia por el COVID. ¿Por qué le debe interesar a la clase media ese tipo de modelo de vivienda? 

SOFÍA BONILLA 

Hola a todos. Muchas gracias por la invitación Alharaca. Me siento súper feliz de poder participar junto todo este grupo de mujeres, de quienes aprendo siempre un montón. En nuestra cooperativa, hay que  aclarar de entrada, hemos tenido un montón de miembros e incluso hemos sobrepasado los 100 representantes familiares inscritos y tenemos personas con diferentes ingresos, desde muy pocos, hasta muchos. Pero es cierto, hay como un perfil promedio de gente de la clase media que quiere participar. Y lo que hace atractivo llegar a las reuniones es que va a haber casa si todos quieren llegar. Pero el cooperativismo de vivienda es algo mucho más allá, y los que hemos tratado de estar desde el inicio y continuamos ahí es porque creemos en este concepto, en esta filosofía y esta forma de actuar que ve a la vivienda no como una mercancía, sino como un derecho.

Entonces creemos que el ser humano tiene derecho a tener una vivienda digna y queremos velar por que eso exista de tal manera. En El Salvador, como en muchos países del mundo la vivienda responde al libre mercado, entonces los precios tienden a ser mucho más altos y no estamos de acuerdo con eso.  

Eso ocurre en nuestro grupo, que mucha gente puede tener acceso a créditos para poder comprar una vivienda, pero estamos en contra de eso. ¿Por qué nos tenemos que endeudar con la mayor parte de nuestro salario en los próximos 30 años para acceder a vivienda? Eso, por una parte, es atractivo, pero algo que siempre hablábamos en las reuniones es que nos interesa mucho el construir comunidad. Y así como se viene desarrollando bastante las ciudades en América Latina y mucho en El Salvador, es que todo va hacia lo individual, hacia lo cerrado. Más muros, más portones, más razor, más túmulos. Y entre más cerrado ese gueto, más excluyente, más atractivo es. Y nosotros estamos en contra de eso. De la idea de porque yo pueda pagar lo más caro, lo más bonito, lo más cerrado; me protejo de los demás y me separo de eso. 

Nosotros no estamos de acuerdo y tenemos un sueño, por ejemplo, que lo hablamos bastante, y yo particularmente. Me encanta pensar en ese sueño y en llegar a cumplirlo. Creo que lo estamos cumpliendo porque aunque no esté la casa, la vivienda, este edificio construido, ya lo estamos implementando. Y es que entre nosotros vamos haciendo amigos, cooperación, ayuda y también nuestros niños están conociéndose, jugando, participando y eso es algo que queremos de verdad. Yo personalmente tengo ese sueño, que mis hijos puedan salir y no tener miedo de los vecinos, como está ocurriendo ahorita muchísimo en El Salvador, sino que, al contrario, podamos fluir a través de este espacio cooperativo de esta comunidad y con toda la ciudad que esté a nuestro alrededor, para que se sientan abrazados por la ciudad nuestros niños y que puedan crecer ahí siendo libres, sin que el individualismo, sin que los carros, sin que la agresividad que está presentándose ahora en San Salvador y en muchas ciudades de América Latina atropellen a esta generación que ahorita le estamos privando de tantos derechos. 

Creo que vamos a hablar del COVID después. Lo que está ocurriendo con las cuarentenas es que estamos encerrando a todos, en especial a los niños que los estamos privando de tantos derechos. Como el conectarse, hablar, jugar. Nosotros queremos lo contrario,  lo que queremos es que podamos apoyarnos entre nosotros cuando hay alguna necesidad. Incluso hablamos que nuestro espacio dentro del edificio cooperativo no sólo va a ser casa, sino que queremos tener, por ejemplo, espacios comunes de juegos para niños, guardería, lugares como para compartir y que no se está viviendo algo individual, sino algo de la comunidad. 

Y un último punto: ha sido bien lindo para mí conocer a todas las personas que están participando en la cooperativa porque tienen esa forma de pensar. Entonces compartimos bastante, no la casa, sino desde ya, como nuestro espíritu, digamos, como el alma de estos sueños te da fuerzas para vivir. Eso es algo súper especial que tenemos desde ya. Admiro a todos los que están ahí, las ideas, las mentes, los corazones de lo que se expresa en las reuniones. Es sumamente lindo y gratificante. Entonces la casa, digamos, era un pretexto. Obviamente la necesitamos y la queremos, pero va muchísimo más allá. 

Una cosita más. El hecho de que uno de nuestros retos más grandes, como un grupo de clase media, es que es bastante móvil, no estamos geográficamente en el mismo lugar, sino que nos tenemos que mover hacia un punto para reunirnos. Nos reunimos en la UCA. No es fácil, pero hay posibilidades de acceder a un crédito. Entonces te vas como por la vivienda comprada o va a estudiar a otro país, que ha pasado con varios. Entonces también requiere ahora un gran esfuerzo mantenernos. La cooperativa está avanzando espiritualmente, pero requieren un montón de esfuerzo también.

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Sofía. Ahorita pasamos a la porción de este conversatorio en el que abrimos el micrófono para las personas que están participando. También si quieren compartir alguna experiencia, si ustedes mismas participan en algún proyecto de cooperativismo o le gustaría, también siéntanse invitadas a contar sus experiencias. Ahorita tenemos una pregunta de Laura, que pregunta: “¿Cómo es posible iniciar procesos de cooperativas de vivienda? ¿Cuáles son los pasos iniciales que se podrían seguir como ciudadanos comunes?” Quizás le paso esa pregunta A Leti, que nos explique un poco cómo sería el proceso. 

LETICIA MARTINEZ 

Bueno, quizás sobre esto yo hablaría desde la parte quizás técnica, pero también sería bueno que Sofi o Juanita también contaran su experiencia, aunque sea cortito. 

Nosotros, cuando iniciamos con el modelo, haciendo mucha llamada. Ya sea en Casa de la Cultura, en las municipalidades o en la Iglesia; donde se nos daban los espacios para poder duplicar el modelo. Entonces, en esos espacios llegaban doscientas, hasta trescientas personas, porque a veces se puede pensar que la vivienda es una garantía. Pero no, a lo largo de este hay un proceso de sensibilización y formación donde se va consolidando el grupo. Aunque esto es a los inicios. De manera que, ya con el conocimiento que existe en los proyectos pilotos y las cooperativas, se ha dado a conocer por otros actores en el barrio. Luego, algunos buscan directamente las cooperativas para poder entrar. En caso que sea una cooperativa nueva, ellos buscan a Fundasal para que podamos brindar la asesoría técnica. Porque, como decíamos al inicio, la vivienda es pensado como un derecho humano, entonces se debería repensar que la vivienda pasa a ser mercancía. En cambio, en el cooperativismo la vivienda es un bien de uso y de goce. Son todas estas cosas que conversamos con las personas que están interesadas, hasta que llega un momento para que llegue a la legalización. Esta  la hacemos con el ente rector, no a nivel nacional, pero están como las diferentes modalidades: pueden llegar a través de las cooperativas, pueden llegar a Fundasal y a la misma Federación. También se siente estos procesos. Entonces se puede acudir a todos estos espacios. Pero sí es importante que las compañeras brevemente puedan contar como ha sido su experiencia.  

JIMENA AGUILAR 

Quizás Juanita nos puede contar un poco su experiencia. ¿Cómo se empieza? ¿Cuál es el proceso para iniciar una cooperativa? ¿Cuál es el proceso?  

JUANA VALLE 

La cuestión de lo legal y de la forma lo explicó la licenciada. Pero voy a explicar un poco más. 

El proceso empieza en la necesidad de la vivienda, en la necesidad de la vivienda. También quisiera felicitar a la compañera Sofía, qué linda lo que dijo y lo que lleva en su mentalidad. Sobre como no solo los las personas de escasos recursos, sino que también la clase media necesitan del programa, eso es muy importante. Bueno, quizás sea la necesidad de una vivienda, porque a veces las personas  se ven con el solo objetivo de vivienda. Pero es a través de ellos, se expone que no solo se trata de conseguir un lugar pero una mejor calidad de vida. Y esto se logró a través de la educación de las capacitaciones. Porque el asociado que quiere educarse se queda y el que no se va, ya que él llega por la única necesidad de una vivienda. Entonces, estando más de 15 personas se legaliza la organización y empezamos a trabajar. 

Eso quiere decir que se hacen los órganos de dirección, el consejo de administración, la junta de vigilancia, el comité de educación, entre otros. Ya estando en un proyecto, normalmente ya hay viviendas, o sea que se forman los comités de la vivienda. Y es así que se inicia  una cooperativa.

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Juanita. Natalia Rivera está levantando la mano.  

NATALIA RIVERA 

Sí, hola. Sólo quería compartir en relación a la intervención de Sofía, en cuanto a convivir. Mi pregunta es: ¿qué debemos hacer para crear una cultura del compartir en esta generación, cultura de no vivir encerrado, cultura del no diseñar? Por ejemplo, El Salvador con los parques cerrados, colonias privadas, proyectos de canchas.

¿Qué deberíamos hacer nosotros como sociedad civil para generar sensibilización a nuestras familias? Puesto que ahora, con este encierro entre comillas que estamos viviendo, los temas culturales, de educación… ¿qué podríamos hacer para realmente convivir? Porque como decía Sofi, estamos trabajando espiritualmente y yo no me he visto con mis hermanos más de cien días y eso afecta porque ni siquiera con mi gente más cercana convivo para poder cuidarnos entre nosotros. Pero esto va a seguir. Entonces, ¿qué más? ¿Qué herramientas podríamos usar para educarnos y educar? 

SOFÍA BONILLA 

¡Wow, qué difícil! Pero gracias Nati por la pregunta. Bueno, primero, ¿cómo educarnos como sociedad para ser una ciudad menos cerrada? Pues, eso es todo un reto gigantesco, una revolución de pensamiento tremenda. Porque, como El Salvador es, sobre todo, una sociedad de consumo que está muy fuerte, y lo vemos por todos lados. Siempre hay anuncios, siempre hay cosas, “el que tiene más vale más”. Así es nuestra sociedad. Se nos han quitado tantos derechos a través del tiempo, como educación, salud, vivienda, que la gente lucha por tener más dinero para lograr individualmente obtener ese derecho. Entonces, pues sí, estamos súper metidos ahí, al grado de que yo he escuchado comentarios de que, “hago este trabajo ilegal solo porque me quiero comprar una refrigeradora más grande”. Cosas así. Entonces, la toma de conciencia como individuo creo que es súper importante. Tomar conciencia que estamos metidos en ese consumo, “no quiero ser así”. Es un reto cuesta arriba porque El Salvador te va a llevar la contraria en eso y ahí es bien importante que nos mantengamos en esta asociación, en este grupo de personas, esta red social. Es importante que compartamos nuestras ideas, nuestros sueños. Y esto pasa al reunirnos a comer, hacer juegos con nuestros niños, cantar una canción… Son cosas que hacemos nosotros cuando nos vemos. De hecho, hemos discutido y yo también he hecho bastante esa reflexión a través de estos años, que desde qué lado se puede hacer más. Porque mucha gente piensa, en especial ahorita en El Salvador eso es muy fuerte, que el Gobierno va a resolver o que el presidente va a resolver. Claro, el Estado tiene responsabilidades, pero es muy importante también como la red ciudadana es capaz de aportar y de exigir. Pero, si no hay organización, no podemos proponer nada, no podemos discutir entre nosotros, no podemos exigir nada.  Y es bien bonito cómo se formó nuestra cooperativa y se relaciona un poco la pregunta anterior, que somos un grupo de amigos, colegas de la universidad que dijimos: “bueno, hagamos una cooperativa”. Empezó bastante la idea de Carlos Manzano y Carlos Grande, y más amigos nos sumamos y cada uno llevó como su red social. Yo invité a bastantes de mis amigos de infancia, por ejemplo, otro llevó a sus amigos de la iglesia, sus compañeros de la universidad, del colegio, etcétera. Entonces estas redes sociales han venido fluyendo y yo he ganado un montón de amigos de otros grupos y es bien lindo. Aprendo de ellos gente que hace cosas súper diversas, desde cuidar niños, trabajo de temas medioambientales, etcétera. Ahí vamos aprendiendo entre nosotros y se van fortaleciendo nuestras ideas, porque aprendo de los otros y veo como sí vale la pena hacer esto, nos convencemos más de que este es el camino. Y sí, tenés razón, Nati, que tenemos un reto gigantesco ahorita con el COVID. Yo he sufrido muchísimo, he llorado muchísimo este año porque he necesitado red social de soporte. He pasado por un montón de problemas y el encierro nos mata. Entonces soñaba constantemente que ya existiera la cooperativa y poder contar con mis vecinos para ayudarnos. Pero bueno, físicamente no, no existe ahorita. Ni modo. Nos hemos quedado con las reuniones virtuales, con los encuentros por WhatsApp, de repente llamadas telefónicas entre nosotros. En algún momento logramos trascender haciendo colectas de dinero, por ejemplo, para apoyar a los que sabemos que tenían más dificultad para comprar cosas básicas. Y también estuvimos apoyando a varias cooperativas que sabíamos que el encierro no les permitía acceder a alimentación, por ejemplo. Son como acciones que te motivan a seguir y no quedarte solo, no perder la esperanza. Pero sí creo que tenes razón ha sido un tiempo muy desesperanzador, nos mata bastante. A mí personalmente me ha pegado durísimo en la cuarentena. Pero tenemos que seguir, pues, y en los grupos todo es diverso. Creo que es muy importante ser diversos y siempre creo que van a haber unos que flaquean de repente, otros más fuertes y ahí va a ser importante mantenernos juntos porque entre todos nos vamos a sostener. 

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Sofí. Loli está pidiendo la palabra, ¿puede poner su micrófono, que no la escuchamos?

DOLORES SARMIENTO 

Sí quisiera decir algo acerca de lo que está diciendo Sofía, porque con esta situación de la pandemia hemos aprendido más cosas de lo que sabíamos. Porque esta pandemia ha sido de repente. Sin embargo, pues, hay un  acercamiento en la comunidad, al ver la necesidad que tiene el vecino. Por qué, al menos lo personal, yo con los principios operativos que he tenido, pues, también he tratado la manera de comunicarme por teléfono con algunas personas, por WhatsApp o virtual, y preguntarles cómo están.  Porque uno conoce a muchas personas. Como el presidente Mujica de Uruguay dice, que a veces uno está bien jodido, pero siempre tiene algo que dar. Entonces yo, por ejemplo, el martes anduve en un cantón dando alimentación a otros compañeros allí. Porque realmente a ellos no les había llegado nada y estas personas de escasos recursos ya no tienen nada. Entonces el programa le enseña a uno a no ver solo dentro de la cooperativa sino ver todo el entorno. Y eso es muy bueno. Porque nosotros sabemos de dónde venimos, como decían las compañeras.

Pero como decía, esto de la pandemia nos estresa mucho. Pero, al mismo tiempo, nos hace reaccionar con los demás vecinos y eso lo hace que uno se sienta bien. Y, como decía usted Sofía, esto todavía no termina. Entonces para mantener el espíritu del cooperativismo, pues aunque sea virtual para darnos fuerza. 

JIMENA AGUILAR 

¿Cómo se coordinaron entre las diferentes cooperativas durante la pandemia? ¿Qué acciones tomaron para colaborar entre ustedes? 

DOLORES SARMIENTO 

Según vemos, la Federación ha tomado un papel bastante importante a pesar de la pandemia. Ha estado trabajando virtualmente también allí en algunas ocasiones, pues también se ha estado reuniendo. No la mayoría de personas, porque no es válido. Pero han estado trabajando por lo menos con nosotros, todas las cooperativas, se les ha dado la alimentación por parte del Ministerio de Vivienda, pero siempre a través de la Federación. O sea, prácticamente no han dejado de trabajar y siempre han estado  llamándonos para saber cómo estamos. Y eso es muy bueno, porque como sabemos, la federación es la sombrilla de todas las cooperativas. 

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias. No sé si alguien tiene alguna pregunta, ya nos queda poco tiempo, pero quisiera hacerle una pregunta a Leti, sobre sobre políticas públicas. ¿Cómo puede el Estado apoyar este tipo de modelos? ¿Por qué también le debería de interesar al Estado fomentar otros modelos de vivienda que no solo sean el privado individual? 

LETICIA MARTINEZ 

Muchas gracias. No sé si alguien tiene alguna pregunta, ya nos queda poco tiempo, pero quisiera hacerle una pregunta a Leti, sobre sobre políticas públicas. ¿Cómo puede el Estado apoyar este tipo de modelos? ¿Por qué también le debería de interesar al Estado fomentar otros modelos de vivienda que no solo sean el privado individual?

Muy bien. Quizás con todo lo que hemos conversado y con lo que hemos visto en los programas a nivel estatal implementado sobre la vivienda, se reduce solo a la construcción y entrega de esta, pero no a la construcción de comunidad. Esa es la apuesta que nosotros vemos a nivel de la política nacional. Se ha detenido el proceso de la Ley Nacional de Vivienda, que tanto se requiere para todos los sectores, para la clase trabajadora, en donde se garantice el acceso a la tierra, porque según un problema fundamental en el tema de vivienda, como el acceso a la tierra. Esa política pública que garantice el financiamiento asequible, no solo poder entrar a obtener un financiamiento, sino que poderlo pagar, la vigencia. También que para algunos sectores es indispensable una parte de subsidio, pues porque es imposible, con lo caro que es la vivienda en El Salvador, que todos los sectores puedan acceder. Asimismo, un marco regulatorio que incluye este tipo de modalidades, porque también a eso nos enfrentamos, que no hay marcos regulatorios, porque es un estándar, algo encajonado, que así tiene que ser todo. Cuando en realidad las necesidades, como las compañeras han dicho, son diferentes. Entonces sí se necesita esa política pública que nos garantice eso. Hasta el momento, se espera que se dé continuidad a un grupo gestor que se consolidó en años anteriores para que haya seguimiento  desde el ente rector de vivienda en El Salvador. De tal manera que podamos impulsar no solo la vivienda, sino que sus contornos también acceso al derecho humano que es  agua. Hoy, con la de la pandemia nos dicen, “quédate en casa”. Y sí, pero ¿cuál es la calidad de casa estamos habitando? En una vivienda o en un cuarto que viven hasta 10 personas, niños, niñas, mujeres, adultos mayores. Lo otro es, “lávate las manos’. Sí, pero en mi casa no hay agua. ¿Cómo querés que me lave las manos si eso no existe? Porque no tenemos una ley de agua, aunque se viene discutiendo desde hace mucho tiempo. Lo otro es, “guarde el distanciamiento”. Sí, pero cuando el distanciamiento se tiene que hacer en un espacio como los mesones. En esos mismos mesones donde viven 15 familias en un espacio. Por eso hoy, con la pandemia, se potencia y se evidencia más la problemática en torno a la vivienda. Por lo tanto se requieren políticas públicas que garanticen la accesibilidad y la movilidad para todos los sectores. Por eso creo que es muy importante que sigamos impulsando a partir de la experiencia ya vividas. Hay cosas que hay que seguir inventando. Por ejemplo, en el cooperativismo de vivienda ya sabemos que la gente da un aporte para  la construcción.  Oséa que trabajan dentro de la construcción de su vivienda, que es donde es valorizada y capitalizada la ayuda mutua. Además que eso también reduce el costo de la vivienda, porque la gente ha trabajado en ella. Aquí también tendremos que hablar de la propiedad colectiva, que también es algo que causa ruido. Pero eso me garantiza que la vivienda no vuelva al mercado, que no vuelva  a ser una mercancía. Por lo tanto son de esas políticas que, junto con las bases cooperativas y la Federación, se impulsa muy bien este proceso  que se está llevando para que se garantice el derecho humano a la vivienda.

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Leti. Quizás para ir cerrando. Yo les tiraría a las cuatro unas preguntas. Quizás trayendo algo que mencionaba Loli, que a mí me gustó mucho como ella se refería a que se enamoró del cooperativismo.  

 ¿Por qué le debería interesar a más personas otros modelos de vivienda? ¿Qué es lo que a ustedes las hace enamorarse del cooperativismo? ¿Qué les recomendaría a alguien que quizás tiene curiosidad sobre este modelo? 

JUANA VALLE 

Bueno, sí, voy a contestar yo. 

Primero quisiera felicitar a la licenciada Leticia que respondió bien lo de la ley que nosotros necesitamos como ciudadanos, una ley con todos los marcos jurídicos, que exprese esa necesidad de acceso al suelo, un financiamiento. Ya teniendo un mecanismo para que se integre la familia a trabajar, y que el gobierno no solo dé la llave y la paz, porque no se trata de eso.    

Uno se enamora del cooperativismo cuando ves que un río se llevó la casa de una  familia, los ves ser rescatados y llevados a una cooperativa, esto es lo que a uno le satisface el corazón y le conmueve a enamorarse del modelo, por familias como esa. Porque en nuestro país hay mucho déficit de hogares sin tomar en cuenta estas últimas lluvias. Lo pudimos comprobar nosotros como cooperativistas, pero no tenemos el apoyo ni el subsidio del Gobierno para apoyar. Yo, como representante de la organización, muchas familias llegan a mí y me dicen: “Juanita, ¿no hay casas disponibles en su cooperativa ?” Nosotros con toda dificultad les decimos que no, aunque sí quisiéramos llevar a cabo una contraparte de la cooperativa Covivante para darle más a las familias. Pero eso es lo que enamora, es más lo que enamora, es el aprendizaje que uno recibe de las instituciones, de parte del equipo técnico de Fundasal. Eso es lo que a uno lo enamora, que otras mujeres recapaciten y sepan sus derechos. Eso es lo que se ve. De eso se enamora uno. 

JIMENA AGUILAR 

Muchas gracias Juanita. Loli.  

DOLORES SARMIENTO 

Bueno, lo que Juanita decía, no es muy fácil, verdad, es hacer cooperativista. En mi caso soy parte de la cooperativa desde 2005 .  

Y, si tú te enamoras de lo que te enseñan y quieres aprender más, pues, es obvio que te vas enamorando, y ya no vas a las reuniones ni a las marchas, ni a todo lo que no tiene que ir. Y uno va no por obligación, sino que uno va porque está convencido que es la única alternativa que hay para tener una vivienda. 

Eso enamora y hace que uno trabaje por convicción. Además, que no solo se piensa en uno mismo sino que pensamos en todo lo que tenemos alrededor.

Y, cuando trabajamos siendo conscientes de nuestros alrededores, avanzamos bastante bien.  

Por otro lado, hay reglas y, como dice Juanita, hay personas que llegan a pedir vivienda. Pero eso es una lucha, es una lucha que enamora. Porque si solo dieran la llave, sería como un regalo, cuando en el cooperativismo se trabaja hombro a hombro por los compañeros. Nos vamos enamorando no solamente del modelo, sino que también de los compañeros. Comenzamos a aprender hasta el carácter de nuestras compañeras. Por ejemplo, yo cuando veía a Juanita toda triste y le preguntaba y no me respondía, yo sabía que algo pasaba, porque nos vamos conociendo. Pero esto lo hacemos nosotros por convicción, pero a muchas personas es esto lo que no les gusta. Primeramente, no les gusta cuando se habla de una propiedad colectiva. Eso se explica por el hecho que hay una sola estructura, que la propiedad le pertenece a la cooperativa y por lo tanto solo se tiene un documento de uso habitacional. Entonces mucha gente lo quisiera tener su propia escritura pero luchamos contra eso a que se cumpla esto porque si nosotros lo que hacemos eso significa que el individuo puede ir al banco, hipotecarla y perderla hasta poder pagarla. Y esto hace que el proyecto se retrase porque estamos pidiendo que sea una propiedad colectiva, porque si no fuera colectivo, pues serían solo entregas de propiedades. 

Paralelamente, el cooperativismo pone una cuota justa, estando atenta a que se pueda pagar. En los bancos, al contrario, es muy dificil. Pero en el cooperativismo eso enamora, por tener uniones, por lograr poder tener nuestra vivienda. Además siendo  la mayoría mujeres y  madres solteras, somos nosotras que queremos un futuro mejor, mejor desarrollo para nuestros hijos. Somos nosotras que le hechamos más ganas. Y en lugar deesanimarnos cada día es el contrario y nos animamos más. 

JIMENA AGUILAR Muchas gracias. Loli. ¿Leticia? 

LETICIA MARTINEZ 

Bueno, quizás nosotros como institución desde que conocimos el modelo, nos enamoramos, verdad, como Juanita y Loli, que están también desde el inicio  y sin tener mayores elementos.  

Pero dijimos que es una alternativa que debemos conocer sobre todo, pero construir en conjunto.  Yo creo que esa es de las partes fundamentales, el hecho que no es un producto dado, sino que es algo que vamos construyendo en conjunto. Eso es súper importante para nosotros como institución, ir construyendo modalidades y alternativas de organización pero sobre todo construcción de comunidad. Esa construcción de comunidad para que llegue a todos los sectores y a familias que estan en una franja de muy bajos ingresos, en donde al momento que llegamos existe mucha precariedad, pero ya después eso, cuando ya vas conociendo el modelo vas viendo otra perspectiva de vida. Entonces ya todos nos vamos enamorando de esa perspectiva y que queremos cambiar y transformar. Y la transformación que estamos convencida que es a través de la organización y eso es lo que nosotros estamos como dispuestos a continuar impulsando junto con todas las compañeras y compañeros que forman parte de la cooperativa.  

JIMENA AGUILAR Muchas gracias Leticia. Sofía para ir cerrando.  

SOFÍA BONILLA 

Todas las compañeras han hecho bastante sobre el cooperativismo y las cosas que nos apasionan. Si pudiera retomar con algunas otras palabras, diría que la cooperativa, más que la vivienda, es el proceso y forma de vivir, como las convicciones  que nos hacen unirnos como comunidad, como grupo de personas, como grupo de familia.  

Eso para mí es lo que me enamora más, la posibilidad que mis hijos puedan crecer en esta tribu donde todos cuidamos de todos  incluso sin conocernos a nosotros. Al contrario, estoy con toda la disposición y ganas de cuidar a los niños chiquitos de mi vecino y que yo tenga la confianza de dejarlos bien con ellos. Y cuando llegamos a ser ancianos y como las AFP no funcionan, entre nosotros, nos podamos sostener y cocinar… Entonces creo que este es un proceso de la vida, es una forma de vivir. No es la casa es un proceso horizontal que creo que eso es también muy revolucionario en el tiempo actual, donde se cree que las cosas deben ser verticales, mandadas por el gobierno, mandadas por el presidente, y que es una figura única a la que hay que seguir. Este es un proceso mucho más horizontal. Eso lo hace más lento también, porque somos mucha gente diversa que queremos ir construyendo entre todos. Y a mí me encanta la idea de la diversidad, porque creo que así es el mundo. No podemos fijarnos en una sola  figura o un método, sino tratar de ser inclusivo como muchos y muchas formas de pensar y de actuar. Entonces es como una construcción desde la retaguardia. No es una construcción vanguardista que quiere ser máximo,el mejor, el único, el primero. Al contrario es ir entre todos, sosteniendonos y avanzando desde la retaguardia. A mí esa idea me encanta, la amo en verdad. Y bueno, como urbanista que soy, siempre estoy comprometida con la idea y creo que el cooperativismo lo tiene, pero me encanta resaltar que nos interesa, el derecho a la ciudad. No queremos que solo sea un edificio de vivienda que viene a instalarse en medio de la ciudad, sino cómo podemos hacer esta acupuntura de verdad, este punto que pueda mejorar todo su entorno, que podamos promover más parques, que podamos luchar por el derecho al agua que decía Leti. Por ejemplo nuestros ríos, que les damos la espalda en la ciudad y poder acceder a esa fortuna que tenemos pero que ahora es nuestro basurero. Por ejemplo, el transporte público que podamos acceder, salir de nuestra vivienda para llegar a nuestros trabajos, para llegar a nuestro centro de estudios. Entonces  el derecho a la ciudad como idea y el otro a la construcción desde la retaguardia de una comunidad diversa. 

JIMENA AGUILAR 

Muchísimas gracias y ya se nos ha acabado el tiempo, pero de veras, muchas gracias a las cuatro. 

Ha sido un conversatorio súper inspirador. Les voy a mandar ese vínculo a todas y muchas gracias por participar. Y si tienen alguna idea de otros conversatorios que pudiéramos hacer.  O si otras personas están interesadas en el modelo, tal vez podemos hacer un correo para enviar más información. Si Leti nos  puede enviar algunos documentos, quizás no podemos compartir con los demás participantes y nada. Muchas gracias por participar y nos vemos en el próximo conversatorio.  

Muchas gracias por la paciencia que nos hacen las fuerzas creadoras de conocerlas gracias a Hilaria, un gusto, Carmencita, Alma y muchas conocidas aquí donde podemos.

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