Democracia

Marcha masiva contra el régimen de Bukele

El 15 de septiembre de 2021 tuvo lugar la primera manifestación masiva en contra de las políticas del Gobierno de Nayib Bukele en El Salvador. Un año después, miles de salvadoreños volvieron a salir a las calles para protestar contra las medidas represivas del presidente, y exigir justicia para los capturados durante el régimen de excepción. El oficialismo organizó su propia marcha, en conmemoración del Día de la Independencia.

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Foto por Kellys Portillo

San Salvador se partió en dos este 15 de septiembre. Por un lado y a los alrededores del monumento del Divino Salvador del Mundo, militares, policías, carrozas y empleados públicos convocados por el Gobierno celebraban la Independencia Patria, en una jornada de entretenimiento, con payasos y dulces, mientras está vigente un régimen de excepción en el que esos mismos agentes de seguridad estatales han sido señalados por violaciones a derechos humanos.  

Este régimen ha significado la suspensión de las garantías de los ciudadanos, como el derecho a la defensa o el poder ser llevados ante un juez 72 horas después de su captura. A la fecha, el saldo es de más de 52,000 salvadoreños capturados, al menos 80 de ellos fallecidos mientras estaban en custodia estatal, y miles de denuncias por arbitrariedades y abusos durante y después de las detenciones.  

Contra este régimen se manifestaron miles de salvadoreños, desde otro punto de la capital. A la altura del parque Cuscatlán, agentes policiales acordonaban el perímetro impidiendo el paso. Era ahí donde se reunirían quienes participaron en la protesta. Allí mismo, justo un año antes, salió otra marcha multitudinaria en contra las medidas del presidente Nayib Bukele. 

El control policial en la zona no impidió que la concentración se realizara. El nuevo punto de encuentro fue la plaza de la Salud, frente al Hospital Rosales. Ahí se concentraron personas provenientes de varios lugares del país. Las protagonistas de esta marcha fueron las mujeres, quienes con camisetas y carteles pedían la liberación de sus familiares capturados durante el régimen de excepción.  

Margarita Saravia, de 47 años, sostenía una fotografía de su hijo de 22, quien este mismo día cumplió cinco meses de prisión en el Centro Penal “La Esperanza”, conocido Mariona. Ella dijo que marchó porque de alguna forma quiere hacerle saber al presidente que «no es justo lo que está haciendo»‘, y pedirle «que deje en libertad a los jóvenes que ha capturado por el régimen que ha ordenado».  

Mientras Margarita pronunciaba estas palabras, otras mujeres, también madres, se acercaron. Todas comenzaron a hablar. «Son 16 los jóvenes que han ido a sacar de nuestra comunidad», dijo una. «No entendemos por qué hacen esto», dijo otra. Las mujeres llegaron a este punto de San Salvador desde un municipio lejano, que no se menciona en esta nota por motivos de seguridad. Cuentan que antes acampaban frente al penal, en Mariona, esperando información de sus familiares, pero que eso también se los prohibieron. Ahora esta marcha se convierte en la única forma en la que pueden conectar con la memoria de sus hijos, de quienes tienen meses de no saber nada.  


Intento de bloqueo 


La manifestación fue convocada por diferentes organizaciones de la sociedad civil, como la Asamblea Feminista, la Coordinadora Salvadoreña y el Bloque de Rebeldía Popular, entre otras. En su conferencia de prensa antes de que iniciara la marcha, estas organizaciones denunciaron que en los centros escolares se obligó a padres y madres de familia a asistir al desfile gubernamental que en ese momento bajaba por la alameda Roosevelt.  

«Este día nos manifestamos valientemente, aunque sabemos que hay más de 20 retenes policiales desde la zona oriental y occidental», dijo una de las organizadoras. «Estaban cuestionando a quienes se movilizaron hacia la marcha», expresó. 

En la periferia de la capital, al menos dos docenas de retenes paraban buses y otros vehículos, bajaban a las personas que se trasladaban en el transporte colectivo y revisaban sus pertenencias. En redes sociales se acumulaban avisos y denuncias de los retenes policiales, que se han vuelto una constante cada vez que se convoca una protesta en contra del Gobierno. 

Margarita Saravia, quien participó en la marcha para pedir justicia para su hijo, confirmó a Alharaca que junto con otras mujeres fue revisada y cuestionada por agentes policiales cuando se dirigía hacia el punto de salida de la manifestación.  


El calvario de las mujeres 


Pese a los múltiples obstáculos, las mujeres marcharon. Nayeli Castillo, de 20 años, lo hizo por su esposo, de 21, quien también guarda prisión en el penal de Mariona. Explicó que cuando lo capturaron «la camisa del uniforme del trabajo se la quitaron y se la botaron. Así se lo llevaron sin camisa».  

Mientras hablaba, una vecina le hacía el favor de llevar a su bebé en un cochecito para que ella pudiera sostener el cartel con las fotografías de su esposo y su suegro, quien también fue capturado.  


Foto por Mónica Campos

Tanto ella como su suegra se dedican al trabajo del hogar. Su esposo y su suegro eran quienes tenían un trabajo formal y sostenían sus hogares. Ahora que ambos están en prisión, las mujeres se han quedado prácticamente sin nada de dinero. «Nos cortaron el agua y la luz. Me puse a vender pasteles en la calle, pero lo único que saco lo gasto en el paquete que le mando a él a Mariona», comentó Nayeli. En esta situación, venir desde el occidente del país hasta San Salvador requirió un enorme esfuerzo económico, pero ella dijo que valió cada centavo. 

Karla Guevara, de la Asamblea Feminista, recordó que las capturas masivas en el marco del régimen de excepción han recargado más el trabajo de cuidados que realizan las mujeres, pues además de las labores del hogar deben destinar tiempo, energía y recursos a viajar hasta las prisiones e incluso pernoctar en los alrededores, tratando de conseguir información sobre sus parientes. «No podemos seguir permitiendo que un régimen de excepción basado en la criminalización y no en el debido proceso», expresó.  

Los artistas y activistas del colectivo «Los siempre sospechosos de todo» realizaron un performance sobre este tema. Cargaron imágenes de un detenido y una madre que hacían las veces de Jesús y María en las tradicionales procesiones de Semana Santa, con lo que representaron el calvario que viven actualmente miles de mujeres salvadoreñas.  


Foto por Kellys Portillo

«Este 15 de septiembre vamos a protestar contra el empobrecimiento que ha generado el régimen de excepción a las madres, a las hermanas, a todas las mujeres cuidadoras que hoy están asumiendo esta tarea de cuido por las personas privadas de libertad», explicó Tatiana Alemán, integrante del colectivo de artistas.  

Por su parte, Víctor Rodríguez, también integrante del colectivo, explicó que la intención es ir contra el estigma que se ha posado sobre las personas capturadas y sus allegados, quienes son asociados con grupos criminales, sin tener derecho a la presunción de inocencia. «Creemos que es importante hablar de las víctimas. Tomamos los elementos de la religión para intentar hacer sacros tanto a los privados de libertad como a sus familias», expresó. 

La marcha siguió su curso hacia el parque Libertad, donde los diferentes grupos se unieron para enviar un mensaje en contra de la reelección presidencial y las capturas masivas que hoy enfrentan miles de personas salvadoreñas.  

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