Adiós menstruación, hola menopausia  

Por Kellys Portillo y
Metzi Rosales Martel
La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres, pero sigue rodeada de mitos y falta de información que dificultan vivirla de forma positiva. Para esta publicación, pedimos a cuatro mujeres escribirle una carta a su menopausia. Compartimos sus experiencias y reflexiones.  
A sus 55 años, Lilliam Arrieta comenzó a experimentar los síntomas de la menopausia sin saber que se trataba de esta etapa. “Mi mamá siempre me decía que ella casi no tuvo síntomas, solo unos «cuantos calorcitos» que se le pasaron rápido. Así que cuando comencé a sentir cosas extrañas, visité cardiólogos, neurólogos, en fin, distintos especialistas. Nadie me sugirió que revisara mis hormonas, a pesar de mi edad. No fue hasta que leí un artículo médico donde descubrí que todos esos síntomas que me estaban tratando como fibromialgia o como otras afecciones, no eran más que los efectos de la menopausia”, recuerda dos años después.

La falta de información sobre la menopausia y sus manifestaciones puede llevar a diagnósticos erróneos y a un manejo inadecuado de los síntomas.
La menopausia es el cese definitivo de la menstruación y marca el fin de la capacidad reproductiva de una mujer. Generalmente ocurre entre los 45 y 55 años y se confirma cuando han pasado 12 meses sin menstruación. Médicamente, implica la interrupción de la función ovárica, lo que disminuye la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona, causando una variedad de síntomas físicos y emocionales. Los síntomas asociados pueden comenzar hasta 10 años antes de la última menstruación. 
Ana Eloísa Marroquín Viana, médica y especialista en radiología, también enfrentó este desconocimiento cuando comenzó a experimentar los síntomas hace casi siete años, a los 45. También, pasó consulta con distintos profesionales de la salud por la irritación ocular, picazón en el cuerpo, cambios de humor e insomnio, entre otros.
Su esposo, también médico, le hizo notar que sus sofocos coincidían con la etapa de la menopausia. Para Ana Eloísa, la falta de empatía y capacitación del personal médico en temas de menopausia afecta gravemente la experiencia de muchas mujeres: “Durante años he escuchado a personal de salud llamarnos «viejas locas, amargadas». Yo, acompañada por mi psicoterapeuta, sigo trabajando en aceptar que esta etapa es para priorizarme y aprender”, expresa en su carta a la menopausia. 
Esta transición natural es parte de un proceso conocido como climaterio, que consta de tres etapas: la perimenopausia, que es la fase previa en la que pueden presentarse cambios en el ciclo menstrual y síntomas como sofocos; la menopausia, marcada por el cese de la menstruación tras 12 meses; y la postmenopausia, donde los síntomas suelen disminuir, aunque se incrementan los riesgos de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares.
Para algunas mujeres, la menopausia puede ocurrir antes de los 40 años debido a factores genéticos, enfermedades autoinmunes o tratamientos médicos, como la quimioterapia. Es conocida como menopausia prematura y suele tener un impacto emocional y físico mayor debido a su llegada temprana.
Ceci Romero, periodista de 53 años, reflexiona sobre los síntomas menos conocidos de la menopausia, como los dolores articulares y el deterioro cognitivo. Aunque los sofocos y el insomnio son los síntomas más comentados, otros pueden ser igual de impactantes.
«¿Por qué nadie te indica sobre los dolores articulares que producís debido a la reducción de estrógeno? Pasé meses sufriendo con los dolores de pies al levantarme. Sentía que me paraba sobre una alfombra de clavos; daba mis primeros pasos del día con preocupación y desequilibrio. Y eso no era lo más desagradable: lo peor fue la sensación de dolores artríticos en los dedos de las manos. No podía abrir el frasco de jalea o desenroscar el vaso de la licuadora, sin la ayuda de alguien más. Los pequeños movimientos como abrir la puerta del carro o cargar las bolsas del súper tenían siempre un martilleo de que algo ¿malo? me estaba pasando», escribe Ceci en su carta a la menopausia.
Para la Dra. Patricia Madrigal, especialista en medicina integrativa, medicina funcional, y salud hormonal femenina, uno de los síntomas más preocupantes es el deterioro cognitivo, manifestado en olvidos de actividades cotidianas. Recomienda la terapia de reemplazo hormonal bajo supervisión médica y una dieta rica en proteínas, grasas saludables y alimentos antiinflamatorios para mejorar la composición corporal y reducir la inflamación. También subraya que la actividad física es esencial para mitigar los riesgos asociados a los cambios hormonales. 

Las cartas

Cada 18 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Menopausia, una fecha clave para crear conciencia sobre esta etapa natural en la vida de las mujeres, a menudo rodeada de mitos y tabúes. Impulsado por la Sociedad Internacional de la Menopausia y la Organización Mundial de la Salud, este día busca promover la comprensión de los cambios que trae consigo y asegurar el apoyo médico y emocional que las mujeres necesitan.
La conmemoración destaca la importancia de visibilizar esta fase y derribar los mitos que la rodean. La menopausia no debe verse como un fin, sino como una transición natural que, con la información y el cuidado adecuado, puede ser vivida de forma saludable y positiva.
Para visibilizar estas experiencias, invitamos a cuatro mujeres a escribir una carta a su menopausia, expresando sus pensamientos y emociones sobre esta etapa. También le pedimos a Lary, de 23 años, que compartiera su perspectiva como hija de una mujer en menopausia.  

Los mitos patriarcales

Un mito común sobre la menopausia es que implica pérdida de feminidad o calidad de vida, lo cual ha llevado a muchas mujeres a vivir esta etapa en silencio, con vergüenza o incomodidad. La realidad es que, con el apoyo y tratamiento adecuados, las mujeres pueden experimentar esta transición de forma plena y saludable, explica la Dra. Madrigal.
*Úrsula, una terapeuta de 68 años, describe su menopausia como una etapa de resistencia y autoconocimiento que comenzó a sus 50. Aunque inicialmente rechazó los cambios, pronto reconoció cómo el discurso patriarcal y capitalista desvaloriza a las mujeres en esta etapa. Enfrentando esa opresión, Úrsula se declaró sabia y poderosa, reivindicando con orgullo su ser menopaúsico y abrazando su cuerpo libre y fortalecido.
No todas las mujeres experimentan los mismos síntomas. La menopausia afecta de manera distinta a cada mujer, y los síntomas varían en intensidad y duración.
“A partir de los 35 años, las hormonas femeninas, como la progesterona y los estrógenos, comienzan a fluctuar, lo que puede generar sofocos, trastornos del sueño, cambios en la composición corporal y un mayor riesgo cardiovascular. Además, es común que las mujeres experimenten alteraciones emocionales, como ansiedad y depresión, así como una disminución en el deseo sexual y la lubricación vaginal», describe la Dra. Madrigal. 
Para contrarrestar las molestias, se pueden emplear terapias hormonales bajo supervisión médica, que ayudan a recuperar el equilibrio en el cuerpo. Además, el uso de lubricantes adecuados facilita las relaciones, evitando la sequedad y la incomodidad. Otra opción es explorar formas alternativas de intimidad y placer que no dependan únicamente de la penetración, lo cual abre nuevas posibilidades de conexión y disfrute en pareja, recomienda la especialista. 
En América Latina, la edad promedio de la menopausia es 47 años. Esto significa que las mujeres pueden enfrentar más de un tercio de su vida en esta etapa. «La falta de información y el estigma en torno a los síntomas pueden llevar a una mala calidad de vida. Es esencial que las mujeres se informen y busquen atención médica adecuada para abordar esta transición de manera positiva y saludable”, señala la Dra. Madrigal.  

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Cartas a la menopausia

Compartimos sus cartas en versiones manuscritas y digitales, con la idea de que sus experiencias animen a otras mujeres a vivir esta etapa de manera positiva y sin temores. Hablar sobre la menopausia es fundamental y no debe ser un tema tabú. Abordarla y abrir espacios de diálogo contribuye a reducir la desinformación y el aislamiento, permitiendo que más mujeres comprendan lo que están experimentando y busquen los tratamientos adecuados. 
Ceci Romero y Blanca Abarca encuentran en la menopausia un alivio no solo físico, sino también ambiental y financiero. Como expresa Ceci, tras 38 años de «laboriosos» ciclos, siente «una bendición y un ahorro» al dejar atrás las toallas sanitarias, aunque ya no tuvo oportunidad de explorar la copa menstrual como opción más ecológica. Blanca coincide en esta sensación de liberación: para ella, la menopausia significa dejar atrás la «ecológica y promocionada copa de silicona», las prendas antifiltraciones y las innovaciones para flujos nocturnos abundantes. Para ambas, el fin de la menstruación representa un cierre a la necesidad constante de productos de higiene menstrual, dándoles un respiro en sus rutinas y, al mismo tiempo, una pausa en el impacto ambiental. 
*La terapeuta nos pidió nombrarla «Úrsula» para esta publicación. 

Texto y fotos: KELLYS PORTILLO

Edición: METZI ROSALES MARTEL

 diseño web: Andrea Burgos