Fotobordado: Kellys Portillo
Querida menopausia que habitas en este cuerpo mío de mujer.
Te conocí cuando llegaba a mis 50 años de existencia. No tenía idea de lo que significaba tu presencia en cada glándula y cada fibra de mi ser. Irrumpiste con fuerza y me declaré en resistencia porque no quería sentirte, ni aceptarte dentro de mí.
Solamente tenemos una noción teórica y el discurso patriarcal y capitalista que desecha nuestros cuerpos porque ya no somos “productivas”.
Junto a ti, aprendí a desafiar la opresión sistematizada y me declaré sabia y poderosa. Conocí el funcionamiento de mi cuerpo y me fortaleció en el aprendizaje de lo nuevo y el deseo vivido. Ahora, reclamo con orgullo mi ser menopáusico libre, yo misma en todo mi ser.