Fotobordado: Kellys Portillo.
Creo que es un momento en la vida que ninguna mujer se imagina lo que podría llegar a ser; solo piensa en llegar a los 45 o 55 años de tu vida, siendo mujer, y tener un cambio repentino de hormonas que conlleva a un sinfín de síntomas y malestares. Yo lo veo muy complicado. Siendo hija de una madre de 52 años y viviendo junto a ella este proceso de menopausia, es muy difícil de explicar. Puedo llegar a observar a mi madre, cómo sufre en silencio cierto tipo de síntomas. A cada hija que se encuentra en esta misma situación, solo les aconsejo que tengan paciencia con sus madres, que las apoyen y les brinden mucha comprensión, porque en algún momento cada una de nosotras llegará a esta etapa en la cual diremos: ¡Ahora entiendo el comportamiento de mi mamá!