Antes de comenzar, ¿podés contarnos un poco sobre vos y lo que hacés?
Mi nombre es Virginia Lemus, soy oficialmente filósofa, lo que sea que eso signifique. Laboralmente, mi campo es la evaluación institucional y la evaluación académica, lo que no tiene nada que ver con lo que hago públicamente. Durante más de 10 años, me he dedicado a la divulgación de derechos humanos a través de medios escritos, la formación continua y la educación popular. Me enfoco en los derechos LGBTIQ y los derechos de las mujeres.
¿Qué te ha motivado en esta lucha por la divulgación de los derechos de las personas LGBTIQ y las mujeres?
Es una cuestión histórica. Mis padres fueron, a su manera, educadores populares. Mi padre era alfabetizador popular cuando era joven y mi madre era educadora sexual. Crecí en medio de estos dos esfuerzos y cuando llegó el momento de darme cuenta de mi propia historia y de mi propio hogar académico, comprendí que podía explicar en términos sencillos a personas que probablemente estén descubriéndose como parte de la comunidad LGBTIQ o estén aprendiendo qué significa políticamente ser mujer.
¿Cuál consideras que ha sido tu mayor logro dentro de este trabajo?
Creo que el logro más grande ha sido cuestionar la lectura de unas estadísticas sobre feminicidios y enojar a los periodistas. Cuando una persona mata a un hombre no funciona igual que cuando mata a una mujer. Lograr que la propia gente se evidencie y se dé cuenta de que la propia «objetividad» está mediada por el machismo fue un gran logro. Pero, en cuanto a lograr que lo que hago tenga razón de ser, fue el año pasado, cuando diseñé y facilité un curso sobre derechos humanos con perspectiva LGBTIQ para un espacio comunitario para personas LGBTIQ.
¿Qué mensaje le darías a las niñas y niños que están creciendo en este momento?
Lo que cada quien sabe sobre sí es mucho más importante que lo que la gente a tu alrededor te está diciendo. Es muy difícil decirle a un niño o una niña, «vos sabes quién sos», pero lo que cada quien sabe sobre sí mismo desde muy temprana edad va a seguir siendo cierto, pase lo que pase. Así que, respetar quién sos y lo que sabés sobre vos es lo más importante.