Opinión

03.04 – Party virtual

Nuestro party virtual duró casi dos horas. Hasta vio jugar a mis gatos. Creo que nunca habíamos conversado tanto. Siempre que salimos hay música en vivo, así que nos cuesta platicar.

13
Ilustración por Natalia Franco

San Salvador, El Salvador

Viernes, 3 de abril de 2020

Después de una dura semana, luego de que por varios días me atacara en Twitter el troll center del partido en el Gobierno, hoy decidí darme un relax. Sin culpa ni remordimientos. Mi mala junta y yo pedimos a domicilio – cada quien a su hogar – la paila de bocas que solíamos compartir una vez por semana en Cadejo. Me alegró mucho volver a ver a Jorge, el mesero que nos suele atender. Le dije que no le estrechaba la mano porque no era permitido. A él le temblaban sus manos, me contó que estaba nervioso porque era primera vez que hacía una entrega a domicilio. En ese momento, su jefa lo llamó para cerciorarse de que todo estaba bien; él, muy contento, le respondió que sí. Le contó que yo era clienta y que le alegraba volver a verme. El corazoncito se me encogió. 

Con mi mala junta hicimos vídeollamada por WhatsApp, brindamos desde la distancia y compartimos alimentos (bocas, ricas, grasosas). Nuestro party virtual duró casi dos horas. Hasta vio jugar a mis gatos. Creo que nunca habíamos conversado tanto. Siempre que salimos hay música en vivo, así que nos cuesta platicar. Esa paila de bocas me la comí durante tres días. Y aún me quedan cuatro cervezas, jajajaja. 

Esta semana también celebramos virtualmente el cumpleaños de Félix e hice vídeollamada con Jincy, una amiga de la India. Teníamos años de no vernos ni hablar. Su familia, al igual que la mía, están bien. Y, por supuesto, tuvimos videollamada con Blanca y Sofía. Sofía me mostró su blog sobre parkour. Ella es una joven promesa, tiene 9 años y medio e hizo solita su blog para una tarea. Esta semana, ella me mandó varias fotos abrazando a sus distintos perritos, dice que así se ve la tía Metzi con sus gatos y perro, jajajaja. Pues nada, esas son mis noticias desde casa felina y perruna.  
 
Abrazos. 

Artículos relacionados

Opinión

Duele mirarse al espejo (pero es necesario): sobre el teatro social del Azoro

La compañía Teatro del Azoro puso en escena tres obras durante el...

Opinión

Megaproyectos: un mito sobre el desarrollo

Los megaproyectos están al frente de la estrategia de desarrollo del actual...

Opinión

La violencia digital contra mujeres periodistas es misógina

La violencia que las mujeres periodistas enfrentan a la hora de ejercer...

Opinión

La economía política del hambre en El Salvador

La crisis alimentaria en El Salvador se agrava cada vez más y...