Opinión

27.07 – Recicladora de ex tóxicos

Aunque sea feminista, no estoy exenta ante las trampas del maldito amor romántico. Soy otra hija del patriarcado, pero soy feminista en deconstrucción, tengan piedad de mí y perdónenme por mi vida loca.

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Ilustración por Natalia Franco

San Salvador, El Salvador

Jueves, 27 de julio de 2020

Pst, pst. Hola, mi nombre es Metzi Ameyal Rosales Martel y tengo un problema. Reciclo casi todo… soy tan ecológica que hasta reciclo exnovios tóxicos. Con esa excusa -de que reciclo todo-, entré la última vez a la casa de mi hermano con el último ex que volví. Ante la mirada descompuesta de mi hermano y de mis sobrinos, mi saludo fue: “Bueno, ya saben que la tía es ecológica y recicla todo, hasta los novios”…jajajajajaja.

¿Qué les puedo decir? Aunque sea feminista, no estoy exenta ante las trampas del maldito amor romántico. Soy otra hija del patriarcado, pero soy feminista en deconstrucción, tengan piedad de mí y perdónenme por mi vida loca.

Pues bien, creo que estoy curada. Ya cumplí un año limpia. Siiiiiii, así como dicen las personas con adicciones. Los últimos cinco años volví, corté, volví, corté. Pero ya tengo un año limpia. Estrellitas para mí.

Antes de la cuarentena, ya había reflexionado sobre los exnovios que he reciclado. Hasta tengo un perfil, ese que debo cortar de tajo de acuerdo con la psicóloga. De hecho, una de las primeras cosas que pensé ante al anuncio de la cuarentena fue: “Metzi, qué alegre que estás soltera. ¿Te imaginás si hubieras regresado por enésima vez con ese misógino y no lo hubieras podido sacar de tu apartamento?”. No exagero, no solo es (o era) machista, también misógino. La última vez que volví con él, ya me tenía rayada con su literatura y vídeos sobre feminismo. Él tenía una capacidad para encontrar todo lo contrario al feminismo y para agotar mi paciencia que, en términos generales, siempre ha sido generosa. Mas no infinita.

Una de las razones por las que volvía con él, era porque pensaba que lo quería. Y que yo podía rescatarlo/salvarlo… en fin, creo que era una trampa más del machismo y que de alguna manera estaba cumpliendo ese rol de cuidadora y sanadora, ese arquetipo, que se me enseñó a temprana edad. Cuesta comprender que cada quien decide rescatarse y/o salvarse. El cuido es algo personal, y el amor tiene que ser propio. Además, si apenas puedo con mi vida ¿cómo voy a resolver la de otra persona? #Fail.

Tampoco quería enterarme de la violencia psicológica y verbal que ejercía en mí. Mis amigas la veían, excepto yo. Típico. Y como nunca me sentí comprendida ni apoyada por mis amigas, lo que hice fue alejarme y ocultar que había regresado con él. #MilVecesFail.

Él, como otros ex, me recuerda mucho a la actitud del actual prezi: siempre le echaba la culpa a otras personas: a su papá, su mamá, su hermana, su exnovia, sus amigos, a sus excompañeros. En fin, la responsabilidad de lo que le ocurría o hacía nunca era suya. Me recuerda a otros ex a quienes cuando cachaba en una infidelidad –siempre los descubría, brrrrruuuuuuja- me respondían: “Si yo nunca te he ocultado”… cínicos, jajajajaja. Y seguía con ello, qué les puedo decir, así como tengo colección de calzones viejos y duraderos, es mi expediente delictivo del “amor”. Nunca fui buena para el casting de parejas. En ese ir y venir, me topé con otro: el campeón mitómano. Con ese hasta me casé. Era otro personaje del machismo… español, no salvadoreño. Oh, sí, el machismo no tiene fronteras.

Conste, no me estoy hacienda la “vístima”. A dos ex me los bajé. Uno reaccionó bastante bien. Hizo una reflexión propia y me expresó que él había fallado. Con él estuve acompañada y pesan más los buenos recuerdos de haber formado parte de su familia, lo demás es confeti. Al otro ex, pues algunas saben la historia de cómo reaccionó cuando le dije que le fui infiel. Se lo conté en un arranque de culpa–no por cínica-, menos mal que no existía la LEIV en ese entonces porque lo hubiera procesado. Todas sus reacciones constituyeron violencia de género desde sus expresiones hasta acoso, sin contar los años que ha mantenido una especie de campaña de desprestigio contra mí. Pero les quiero contar que incluso así volví con él. La culpa me mataba. Él era, en papel, lo que las madres y padres denominan un buen prospecto. Sí, es él, ese que va de candidato a diputado por NI… solo fichitas, el patriarcado los ha parido y ese partido de misóginos los ha unido.  

En fin, lo que sí he aprendido, en tantos años de reciclar exnovios, fue lo siguiente:  no andar ni volver con onvres con vicios, celosos, controladores, inseguros, que hablan mal de sus familiares, de sus exnovias o exesposas. Menos andar con onvres que están en una relación. Este pecado contra mí y contra una hermana lo cometí en mi lejana juventud, y desde que tomé conciencia soy una nueva persona. Algo así como cuando te bautizan. Oh, sí, el feminismo me ha rescatado de muchas formas. Así que amigas y queridas lectoras, cuando se encuentren a un espécimen como los descritos a grandes rasgos: ¡HUYAN, HUYAN!

Pues bien, eso les quería contar: tengo un año alejada de malos pasos, de ese amor romántico e irreal que nos violenta y por el que algunas hermanas han perdido la vida. Lo que sí continúo reciclando es lo que merece la pena, para evitar contaminar más a nuestro paisito, tan golpeadito por nuestra existencia. Oh, sí, me he sanado.

Llevo un año practicando el amor propio y es lo mejor que me ha pasado. La soltería es lo mejor que me ha pasado. Estar conmigo misma, amarme, aceptarme, respetarme y perdonarme es invaluable. Cuesta, pero una vez nos trazamos la hoja de ruta, ya no hay vuelta atrás. Y por lo que piensen las demás personas, no se preocupen porque no les van a dar de hartar ni van a pagar sus facturas. La soltería está devaluada por esa concepción errada del amor romántico y porque no nos enseñaron a ser felices con nosotras mismas y nuestra soledad. Ojo, no estoy satanizando la vida en pareja, conozco parejas excepcionales, pero son eso: la excepción a la regla. Creo en el amor, pero no estoy casada con la idea de estar en pareja para ser feliz, menos para cumplir con el concepto de “mujer integral” del mundo machista.

Y si las critican por ser divorciadas, separadas y las llaman fracasadas, no se lo tomen a mal. Perdonen a estas personas porque no saben lo que dicen. En caso de que sus familiares les pregunten si son lesbianas, como me ha pasado a mí, no se molesten, sean tolerantes. Para algunas mentes es difícil entender que la vida es algo más que las construcciones sociales establecidas por el patriarcado. El feminismo, aunque parezca lo contrario, no es para todas las personas. Algunas nunca lograrán abrazarlo.

Abrazos felinos, perruno y humano.

Metzi

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