En esta carta, Gabriela Fuentes nos recuerda la advertencia que nos hacen durante todo nuestro ciclo de vida: a no confiar en nadie porque pueden «abusar de nosotras». Es importante reconocer la existencia del problema con respecto a la educación: las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres no deberían ser educadas para desconfiar, cuidarse y temer de los adolescentes, jóvenes, hombres y adultos mayores, ellos deberían ser educados para respetar y no cometer delitos.
Por Gabriela Fuentes, 16 años
Queridas Liliana y Graciela:
Lastimosamente, tuvieron muertes crueles a manos de personas que algún día quisieron o querían en ese momento. Son muertes que unas jóvenes no se merecen. [Nosotras] merecemos vivir. Nos enseñaron de cierta manera a no confiar tanto en las personas que nos rodean porque pueden ser crueles y abusar de nosotras como niñas, adolescentes o adultas. Fueron terriblemente tristes sus muertes. Espero la luz de sus corazones no se haya perdido, en donde quiera que estén.