Otras prácticas ginecológicas son posibles

Laura Aguirre Y Carolina Bodewig | 06/06/2022

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Las consultas ginecológicas pueden ser momentos de vulnerabilidad y hasta incomodidad. Nos vuelve muchas veces objetos-pacientes, donde llegamos a ser incomprendidas y hasta juzgadas por nuestras propias experiencias. Pero ¿tiene que ser esto siempre así? ¿Hay otra forma de ejercer la ginecología y obstetricia? En este episodio hablamos con Loida Santana, médica especialista en ginecología y obstetricia, sobre buenas y no tan buenas prácticas ginecológicas.

Ilustración por Alejandro Sol

Pasar consulta ginecológica u obstétrica es, para la mayoría, un momento de vulnerabilidad y hasta incomodidad: estar acostade con medio cuerpo desnudo, piernas abiertas, sobre una camilla, a la espera de un espéculo frío… Encima, es común que el personal que nos atiende no nos haga sentir en la confianza de hacer consultas, e incluso, que nos haga sentir juzgades.

Pero las prácticas de ginecología y obstetricia no tienen que ser así siempre. Hay otras formas de ejercerlas para que nos sintamos acompañades, acuerpades y en un espacio seguro para consultar y expresar nuestras preocupaciones. Hablamos con Loida Santana, médica salvadoreña especialista en ginecología y obstetricia, quien problematiza prácticas ginecológicas dominantes y nos comparte posibles caminos para mejorar y transformar las relaciones entre médicxs y pacientes.


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