Opinión

14.03 – A veces la espesura de la aflicción se hace insoportable

A las 20 h toda España sale a los balcones a aplaudir al personal médico que lucha por salvar vidas. Mis amigas me mandan vídeos para que yo, que vivo en el parque Collserola, rodeada de bosque, pueda atestiguar esta muestra de solidaridad y agradecimiento.

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Ilustración por Natalia Franco

Diario de un tiempo distópico

Barcelona, España

Sábado, 14 de marzo de 2020

Ayer, y hasta nuevo aviso, se suspendieron las clases presenciales en todas las universidades. Hoy, España decretó el estado de emergencia durante 15 días. Todo el país quedó en confinamiento obligatorio. Solo se puede salir de casa para lo estrictamente necesario: comprar comida, medicinas o, en algunos casos, trabajar. De un día para otro, los casos registrados han aumentado a más de 6000.

Hablé con G., mi amiga dramaturga. Tiene 86 años y vive sola desde que hace tres años murió su marido, con quien compartió 60 años de su vida. Obviamente, ella es población vulnerable, pero se muestra fuerte e independiente, como siempre.

A las 20 h toda España sale a los balcones a aplaudir al personal médico que lucha por salvar vidas. Mis amigas me mandan vídeos para que yo, que vivo en el parque Collserola, rodeada de bosque, pueda atestiguar esta muestra de solidaridad y agradecimiento. Todavía no me creo toda esta situación. Por momentos se me olvida, cuando estoy preparando clases o escribiendo, pero luego una noticia, un WhatsApp, un audio que registra el testimonio de un/a médico/a, me recuerdan que no, esto no es una pesadilla. Esto está pasando. Estamos en gerundio. Mientras yo busco una metáfora para uno de mis poemas, o una referencia bibliográfica para respaldar el argumento en un artículo, una persona lucha por salvar vidas y otra debe decidir a quién le ponen un respirador; una persona muere sedada y completamente sola, porque su familia no la puede acompañar por el riesgo al contagio, y otra llora a un familiar o amigo. A veces la espesura de la aflicción se hace insoportable.

Tania

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