Berlín, Alemania
Martes, 15 de marzo de 2020
Queridas:
La situación se agrava en Berlín, hay cada vez más casos. El senado y la alcaldía anunciaron que las universidades van a funcionar al mínimo. El área de investigación solo va a trabajar en casos especiales y pre aprobados. Eso significa que voy a poder trabajar desde casa y que ya no tengo razón de fuerza mayor para salir de aquí. Sé que es lo mejor, pero no me gusta.
Mis amigxs propusieron ir hoy en la noche a un karaoke. Me pareció una locura. Pensé todo el día en una excusa para no ir que no sea la verdad: que me parece demasiado arriesgado compartir un micrófono en una cabinita. No me hizo falta. Durante la tarde, el senado ordenó que todo debía cerrar desde ya. Bares, clubes, cines, teatros, museos, hasta mencionaron prostíbulos.
Todavía nos habíamos estado riendo de la gente que compraba comida enlatada y pasta al por mayor… Y hoy ya no nos reímos tanto. Nos pusimos a ver todo lo que teníamos en el pantry y a contar más o menos cuánto duraríamos solo con eso.
Cuando hicimos el recuento del pantry me dio mucha claustrofobia. Mi novio dijo que podíamos probar aprender a hacer pan o algo así en uno de los fines de semana que estuviéramos en aislamiento. Me dio un ataque de ansiedad pensando que esto puede durar más de dos semanas, hasta meses. Estos días van a ser duros para quienes sufrimos de ansiedad o tenemos propensión a la depresión.
Salí a pasear al parque, y el sol y la gente me tranquilizaron. Cocinar también me ayuda, Jime. Si apenas encuentro cosas para calmarme, ni me imagino cómo debe ser buscar formas de entretener a un niño. Fuerzas, Lau.
Abrazos a las tres,
Lya