Daniel Amaya dedicó este poema a la italiana Liliana Mimou y a la salvadoreña Graciela Chávez, víctimas de feminicidio en 2016 y 2018, respectivamente. Este texto invita a reflexionar sobre la confusión que existe cuando se intenta argumentar el por qué un hombre asesina a su pareja o expareja: los celos no guardan relación con los feminicidios. Los feminicidios son crímenes de odio que se cometen contra una mujer por su condición de género. Asimismo, hace referencia a que la mayoría de las víctimas de feminicidio no son escuchadas ni rescatadas por nadie. Una deuda que tenemos como sociedad.
Por Daniel Amaya, 18 años
Pasaste momentos horribles aquel trágico día
Cuando aquel que felicidad te prometió un día, veía cómo morías
Por los celos que aparecieron un día.
Tenías miedo
Tenías temor
Sin embargo, nadie te escuchó
Nadie te ayudó.