Derechos de las mujeres

«Soy feminista desde lo rural»- Sembrando Memoria Feminista, Episodio 1

En este primer episodio de las dos entregas del pódcast “Sembrando Memoria Feminista”, platicamos con Diana López, una mujer defensora y activista de 25 años, originaria de Las Vueltas, Chalatenango. Ella relata cómo conoció el feminismo y cómo empezó a empoderarse como feminista desde lo rural.

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En la primera de dos entregas del pódcast “Sembrando Memoria Feminista” entrevistamos a Diána López, una mujer de 25 años, originaria de la zona rural del municipio de Las Vueltas, Chalatenango, y quien es activista desde los 12 años.

Con ella abordamos cómo el activismo y la labor de defensa que realizan las mujeres feministas de las zonas rurales se entrelaza con los derechos comunitarios, la memoria, la defensa de los recursos naturales y del territorio. Las lideresas arriesgan sus vidas al enfrentar violencias que se encuentran aún más arraigadas en zonas remotas, donde todas las personas se conocen. “En las comunidades no es fácil. A veces, al enterarme de que una mujer está siendo víctima de violencia y tratar de ayudarle sin también meterme en problemas yo”, explica en una parte de la entrevista.

Como en otras zonas del país, Diana reflexiona sobre cómo las juventudes están viéndose afectadas por una migración cada vez más grande lo cual ella vincula al régimen de excepción aprobado desde marzo de 2022. “En mi comunidad (el régimen de excepción) ha afectado muchísimo porque hay mucho miedo. En mi comunidad yo puedo decir en un 100% que no hay grupos de pandillas. Pero (el régimen) ha llevado a una situación en la que los pocos jóvenes que quedan en mi comunidad, porque son muy pocos ya, tengan que migrar y ver nada más hacia el norte como el único lugar donde tienen que salir. (…) Para mí es doloroso saber que estos jóvenes están yendo”

De cómo se enfrentan estas realidades, cómo se construyen redes de apoyo para resistir desde la esperanza y cómo se conecta el pasado con las injusticias que vivimos actualmente es lo que abordamos en este episodio.

Con el proyecto “Sembrando Memoria Feminista”, construimos memoria para no repetir la historia. Para resistir juntas desde la esperanza queremos contar las historias de mujeres que luchan por defender derechos, por vencer la impunidad, por encontrar la verdad y obtener justicia.





Transcripción “Soy feminista desde lo rural”- Sembrando Memoria Feminista, Episodio 1


Duración: 10 – 15 min 

Alejandra Burgos: Alejandra Burgos

Entrevistada: Diana López

Narradora de carta: Diana Díaz

Nombre de audio: Grabación 2 podcast Alharaca 

Transcripción:


Carta de la memoria: “Si la memoria sólo fuera miedo, posiblemente no estaría aquí, por las historias de persecución, represión y exilio. Pero la memoria es más que eso. También son las luchas que han encabezado mis ancestras del territorio y del planeta entero, como feministas ecologistas y defensoras de lo más esencial: la vida. Apelando a esa memoria, en la que la valentía venció al miedo, estoy aquí. Para continuar dando voz a lo que fuimos, somos y seremos…”.

Alejandra Burgos: Soy Alejandra Burgos y esto es Sembrando memoria feminista. Una colaboración entre Salvadoreñxs Construyendo Memoria y Alharaca. En dos episodios platicaremos con dos mujeres que participan en la defensa de los derechos humanos y de la memoria. Cada episodio comienza con una carta que la colectiva Salvadoreñxs Construyendo Memoria recolectamos como parte de un proyecto que llamamos «El Correo de la Memoria». Iniciamos este correo en la marcha del 15 de septiembre del 2021 y ahora las usamos para recordarnos cómo la lucha de muchas mujeres se vincula con nuestros pasados y el de nuestras comunidades.

Juntas construimos memoria feminista para no repetir la historia. 

En este episodio me acompaña Diana López, una mujer de 25 años, originaria de la zona rural del municipio de Las Vueltas, Chalatenango, y quien es activista desde los 12 años. Hola Diana, bienvenida. Gracias por acompañarnos y por contarnos un poquito de tu historia.

Diana López: Hola Alejandra, mucho gusto, realmente me siento muy feliz de que me hayan invitado a ser parte de este podcast con un nombre tan bonito y significativo para mí y para otras mujeres también.

Alejandra Burgos: Diana, a tus 12 años estuviste en un diplomado en organización juvenil y después de esto decidiste dejar de jugar fútbol y empezar a organizarte en comités. ¿Querés comentarnos por qué hiciste este cambio? [12.1]

Diana López: Bueno, considero que a mis 12 años fue un cambio bastante… No un cambio, sino una decisión bastante difícil en ese momento, porque yo veía a mis compañeras, a mis amigas y a mis amiguitos de la escuela irse a jugar normalmente, pero ya en ese momento mi pensamiento estaba cambiando porque también me había interesado mucho por el tema de la organización y ahí donde empiezo a ver prácticamente a mi mamá en la Adesco y me empieza a interesar muchísimo que es lo que hacían y es ahí donde tomo la decisión de ser parte de este diplomado que cambiaría mi vida drásticamente.

Alejandra Burgos: Diana, ¿vos crees que es importante que la juventud use los medios de comunicación para decir lo que piensan y lo que sienten?

Diana López: Claro que sí. Pues la juventud deberíamos de expresarnos libremente y creo que es un derecho que lo tenemos gracias a esa lucha también que se ha traído año con año y reivindicativa desde los acuerdos de paz.Pero en estos tiempos también es como complicado poder expresarnos, porque no sabemos si por el hecho de decir lo que pensamos podamos tener problemas ahorita, pues, creo que estamos en un país donde realmente no se está respetando el derecho a la libre expresión y como jóvenes aún peor. Entonces, ¿cómo yo puedo decir lo que pienso si tal vez me pueden meter presa por decir lo que pienso, lo que siento en esos momentos?

Alejandra Burgos: En 2015, cuando tenías 16 años, nos contaste que participaste en un diplomado que te cambió la vida. Este fue tu primer encuentro con alguien que se nombrara feminista. ¿Qué fue lo que más te llamó la atención?

Diana López: Pues, en primer lugar, cuando ella hablaba de que era feminista, para mí era como… O sea, venir de una zona rural y hablar de feminismo. Para mí era cómo: ¿y qué es eso? Y me empezaba a interesar primero la palabra feminismo, feminista, ¿por qué lo es? Y ver la forma en el cual ella se expresaba o verla cómo se vestía para nosotras era como una cosa como rara, ver como que: ¿por qué? Entonces me empezó a resonar mucho el término feminista y sentí como como admiración por ella. Tengo ese primer encuentro con con alguien que se nombra feminista y pues de una yo digo: bueno, yo quiero ser también feminista. Y en ese momento yo era un adolescente. Entonces llevarme muchas críticas también de parte de mi familia, de mis amistades. Y creo que cambia mi vida totalmente, porque ya veo desde otra perspectiva y desde otro enfoque el término también feminista y también ayudar a otras mujeres también a formarse en los temas. Yo creo que ese diplomado me ayudó a eso, a poder… Que sirviera para mi, pero también para otras.

Alejandra Burgos: ¿Cuando podría ser ese momento que ubicas como en el que empezaste a nombrarte y reconocerte como feminista?

Diana López: Pues, bueno, yo creo que esa es una pregunta que incluso hasta el año 2019, 2020 todavía me la hacía. Porque a veces las mujeres de la zona rural no creemos todavía en nuestras capacidades y nos cuesta muchísimo identificar si somos lideresas, si somos feministas. Entonces ya podía identificarme como lideresa. Creo que hasta ese punto yo podía decir ah, no, es que yo soy lideresa porque organizo, porque apoyo esto o lo otro, pero feminista como tal… Empecé a ver otras compañeras ya de la ciudad de San Salvador y empezaba a decir bueno, pero lo que hacen ellas también lo hago yo. Me emocionaba el saber que yo estaba también como eh… Tal vez cumpliendo esas cositas, que iba haciendo algo como el chequecito y decía !ay,  esto y ya lo hice! Entonces como en el 2019, 2020, es que yo digo, o sea, yo si soy feminista pero desde lo rural. Y a veces también nos cuesta como hacer esa diferenciación. ¿Quien es feminista, será que sólo son feministas las mujeres de la zona urbana o de la ciudad? Entonces ahí es donde las mujeres de la zona rural tenemos que empezar a empoderarnos de esos conocimientos y de esa formación que tenemos y decir: sí somos feministas. Que no hacemos las mismas cosas, no significa que no lo seamos.

Alejandra Burgos: Eso me lleva a la siguiente pregunta y es ya lo mencionaste antes, como esta diferencia de ser feminista en lo rural a ser feminista en lo urbano. Entonces quería preguntarte ¿qué significa o que ha significado para vos hacer activismo feminista en tu comunidad?

Diana López: Bueno, ha significado un gran reto, porque yo creo que para ninguna mujer o para ninguna niña o adolescente, viniendo de una zona rural es fácil. Primero que nada porque nos cuesta salir de esas comunidades donde hay muchos mitos, donde hay mucho tabú, donde hay mucha violencia también contra las niñas, adolescentes y mujeres. Cuando inicié todo este proceso yo me bajaba de cuando iba de la escuela, me bajaba del bus de las cuatro, 04:30 y ahí había siempre un grupito de hombres y jóvenes también jugando casino y casi siempre que yo me bajaba, si mi papá no estaba, ellos me atacaban. Si él estaba ahí no decían nada. También creo que en las comunidades, como lo he dicho, no es fácil por todo lo que conlleva el enterarme a veces de que una mujer está siendo víctima de violencia y tratar de ayudarle, sino también meterme en problemas porque también es como mi vida. Entonces, pero casi siempre se ha hecho y he contado con ese apoyo que para mí es importante, que es el de mi mamá.

Alejandra Burgos: Qué importante, verdad, que has podido llevar este proceso en compañía de tu mamá y que has podido construir también sororidad con ella. Quería preguntarte, porque nos contaste antes que en 2018 fuiste parte de un grupo que creó la Red Juvenil para la Defensa de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, que trabaja en Chalatenango y en San Vicente. Por varios años, Las Vueltas fue el municipio de mayor índice de embarazos en niñas y adolescentes. En ese sentido, ¿cómo crees que se entrelaza el feminismo con la defensa de los derechos sexuales y los derechos reproductivos?

Diana López: Primero que nada, porque a quién se le vulneran más los derechos sexuales y derechos reproductivos es a las mujeres. Es a las niñas a quienes se les niega, por ejemplo, el uso de métodos anticonceptivos, es a las adolescentes y están cuestionando entonces sí, efectivamente Las Vueltas sí fue en ese momento el municipio con mayor índice de embarazo. Entonces era preocupante. Y creo que esa es una de las cosas también que me ha llevado a hacer también activismo dentro del feminismo, porque, o sea, para mí es doloroso ver a una niña embarazada y claro, mi municipio siempre sigue dando datos de niñas embarazadas o adolescentes y que no pueden tomar decisiones porque en este país pues no es permitido el aborto y tampoco nos ven bien a las personas que trabajamos o de cierta forma estamos ahí defendiendo derechos sexuales y derechos reproductivos.

Alejandra Burgos: Y como activista feminista, también entiendo. Estás involucrada en otras luchas. ¿Querés contarnos cuáles? 

Diana López: Un poco sobre la lucha del medio ambiente, el cuido, la lucha también en contra de la minería metálica, que si bien tenemos una ley que no permite que ingrese la minería metálica, pero que también sabemos las mujeres salvadoreñas y las mujeres de la ruralidad, que esto puede eliminarse y que la minería vuelva a ser una realidad que venga a afectar a la familia salvadoreña y sobre todo, porque soy de Chalate y en Chalate también le tienen mucha hambre al tema de la minería metálica. Aparte de eso, un poco con respecto a las mujeres migrantes retornadas también, que últimamente me ha interesado mucho el tema y estoy tratando de meterme más y más. Y lógicamente los derechos de las niñas que han sido como mi la mayor parte de las luchas, también un poco de memoria histórica.

Alejandra Burgos: Qué interesante que estás involucrada en tantos ámbitos y es tan necesaria la lucha en ellos. Anteriormente nos comentaste que una de las personas que más ha influido en tu lucha y en tu activismo ha sido tu mamá, pero sabemos que hay otros miembros de tu familia, otros miembras de tu familia que también han sido relevantes y te han antecedido en las luchas por los derechos humanos. ¿Querés contarnos un poco de esta parte de tu historia?

Diana López: Bueno, pues la primera quizás es mi mamá, porque es con la que más he tenido, como el tiempo de poder estar con ella, de practicar sororidad, de formarnos juntas, inclusive. Pero también están mis abuelos, que yo siempre les he visto esa calidad de humanos que son y que siempre le han hecho frente a diversas problemáticas, inclusive desde la guerra que sufrió nuestro país. Y a mí siempre me han hablado de una tía que está desaparecida, que hasta el momento no sabemos dónde se encuentra y casi siempre mi familia dice: «es que es que vos te pareces mucho a tu tía, porque tu tía era así, era enojada, tenía un carácter fuerte y se defendía y no le importaba esto».  Entonces, creo que, a pesar de que ella esté desaparecida, no sé si estará muerta, que ojalá, que no sé y que algún día nos logremos encontrar, pero yo creo que eso es como una, una pequeña luz que me mantiene ahí, en ese camino también. Es como así ella era así, también creo que así traigo como, como eso en la sangre de ser como ella.

Alejandra Burgos: Sin duda estás honrando ese linaje de mujeres valientes y fuertes que te han precedido con tu historia de lucha. Sabemos, Diana, que Chalatenango, como bien vos nos has contado, es un departamento que se vio muy afectado durante el conflicto armado. En ese sentido, quería preguntarte, para vos, ¿que significa hacer memoria sobre la historia de tu comunidad?

Diana López: Pues hacer memoria sobre mi comunidad significa recordar y hacerme como una pequeña película de lo que fue mi comunidad. A mí me gusta mucho platicar con mi abuelo. Entonces yo le pregunto…  ¿Y qué era lo que había aquí? O ¿qué es esto? Yo creo que para las personas que vivieron todo ese, ese, ese tiempo de guerra civil también no es fácil. Y poder decírselo también a una joven o a un niño o una niña a un adolescente también no es fácil porque hay que volver a repetir todos los traumas que pasan. Porque si bien es cierto, yo no sufrí esa guerra, pero al ellos contarme lo que sucedió o lo que vivieron es como decir pero eso está pasando también ahorita, entonces es       como traer lo pasado con lo presente y eso me lleva como a hacer también conclusiones de qué cositas pasaron que se están volviendo a repetir. Y también por qué contar esa historia que es memoria histórica y qué no se debe de olvidar.

Alejandra Burgos: Bueno, es triste, verdad y lamentable que en El Salvador todavía no se han cerrado muchas de estas heridas del pasado y vemos cómo se están repitiendo prácticas represivas que violan los derechos humanos. A un año del régimen de excepción vemos cómo hay una normalización de estas prácticas. En ese sentido, ¿cómo te ha afectado a vos y a tu comunidad?

Diana López: En mi comunidad ha afectado muchísimo porque hay mucho miedo. Y esto que mi comunidad no ha sido problemática. En mi comunidad yo puedo decir en un 100% que no hay grupo de pandillas, entonces, no hay grupos criminales también, como el gobierno en muchas ocasiones lo pone, verdad. Pero ha llevado a una situación en la que los jóvenes, los pocos jóvenes que quedan en mi comunidad, porque son muy pocos ya, pues tengan que migrar y ver nada más hacia el norte como como el único lugar donde tienen que salir porque, porque dicen, es que al ver a un gobierno que no investiga y que sólo toma o a la policía y dice ah, este es pandillero y tal vez solo por su forma de vestirse lo que ven es irse, entonces creo que está afectando eso y me afecta a mí porque también soy parte de organizaciones juveniles y para mí es doloroso saber que estos jóvenes están yendo.

Alejandra Burgos: Es súper fuerte, verdad, este nivel de incertidumbre y como vos decís, este volver verdad a que se repita la historia, porque pareciera que hay un continoum de impunidad. Bueno, hay un poco la idea también de de este podcast y vinculado también a otras acciones que se están realizando, tienen que ver con hacer memoria feminista. Entonces, en ese sentido, nosotras decimos: hacer memoria feminista para no repetir la historia. Entonces, por eso quería preguntarte ¿qué significa para vos la memoria histórica feminista?

Diana López: Pues para mí significa yo podría describirlo con una sola palabra: recordar. Recordar a mis ancestras, recordarme a mí en algún momento también de mi vida. Recordar a mi familia, recordar a otras mujeres que que han estado luchando en todos esos acontecimientos que El Salvador ha tenido, porque ha tenido muchísimos. Y en cada acontecimiento y en cada lucha han habido mujeres también ahí posicionándose, defendiendo. Entonces yo creo que para mí es recordar igual para no repetir, porque aparte de esos acontecimientos nos ha traído tragedias. 

Alejandra Burgos: Y en ese sentido, ¿cómo te imaginas un futuro desde la esperanza?

Diana López: Pues, me imagino, pues un futuro donde las mujeres logremos tener esa igualdad, esa equidad que tanto deseamos y que todavía no hemos logrado llegar a ese punto donde queremos.Me imagino también un futuro donde la realidad de este momento, de este país o de esta crisis que estamos viviendo, pueda cambiar donde yo sí pueda salir a la calle, donde en realidad sí pueda ser libre, porque pueda ser que en estos momentos me digan pero es que hay libertad hoy poder salir a esos lugares. Ay si viví en esta colonia y que no estoy discutiendo eso pues, sino que estoy discutiendo de que también se ha generado un miedo. Y ese miedo también está teniendo su impacto psicológico.

Alejandra Burgos: Diana, muchas gracias por conversar con nosotras. Te habíamos pedido que prepararas una carta de la memoria. ¿Te gustaría compartir tu carta?

Diana López: Esta es mi carta para no repetir la historia.

Esta carta está dirigida a mi país, El Salvador. Yo aún creo en mi país, aunque lo vea en estos momentos cayéndose de a poco. Pero es mi país. Es donde nací y donde quiero morir. Hoy por hoy me quebranto de pensar en todas las problemáticas sociales que siguen vigentes hasta la fecha y no se ve nada por mejorar la situación. Me da miedo pensar que yo pueda ser una de las que desaparezca y jamás regrese. La violencia por ser mujer me genera una gran preocupación. ¿Por qué debería sentirme así? Si son preguntas que me hago, ¿por qué tengo miedo? Este pequeño país donde todo está muy caro, donde siempre hay privilegiados, los dueños de todo, quienes se quedan con el trabajo y el dinero de nuestra gente. Este país está lleno de mentiras, que vivimos en un país de maravillas a quienes con este cuento, hazte preguntas, cuestiona, no te quedes con dudas, que no te mientan, que no nos mientan y exijamos el derecho a la libre expresión. 

Alejandra Burgos: Muchas gracias Diana por compartirnos tu carta a la memoria y por construir también resiliencia de tu activismo. Hemos dado por finalizado el episodio uno de este podcast Sembrando Memoria Feminista y en nuestro próximo episodio platicaremos con Carmen Fabián, una mujer que lleva más de 30 años haciendo activismo en El Salvador.




Créditos


Este podcast fue una coproducción entre Salvadoreñxs Construyendo Memoria y Alharaca.



Entrevista: Alejandra Burgos

Guion, dirección y producción creativa: Jimena Aguilar, Sildania Murcia, Diana Díaz, Alejandra Burgos y Sara García.

Producción: Mónica Campos

Edición: Marcela Benítez

Ilustración: Beatriz Martínez

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